Ree Morton (Ossining, Nueva York, 1936 – Chicago, 1977) hizo su entrada en la escena artística a finales de los sesenta, en una época marcada por la impronta del arte conceptual y el minimalismo. Sin embargo, su figura se resiste a la fácil clasificación y su obra estaba más en consonancia con las coordenadas que Lucy R. Lippard definiría con la exposición Eccentric Abstraction (1966). Morton tomaba las implicaciones espaciales del minimalismo pero al mismo tiempo se alejaba de su rigidez formal, en favor de un trabajo escultórico con mayor presencia de lo corporal y lo sensual. La suya fue una trayectoria fugaz, de inicios tardíos e inusuales -habiendo superado la treintena y siendo madre de tres hijos- y truncada por una trágica muerte en un accidente de tráfico, quedando su producción artística limitada a prácticamente una década.

Esta entrevista con las comisarias Sabine Folie e Ilse Lafer aborda en qué consiste Ree Morton. Sé un lugar, sitúa una imagen, imagina un poema, la tercera retrospectiva dedicada a la artista desde 1980. Folie y Lafer ahondan en las constantes diferencias existentes entre los dos grandes períodos de su obra, para la que el año 1974 supone un punto de inflexión entre un primero más enfocado a lo cartográfico, y un segundo, influido por la introducción de un nuevo material de trabajo, el celastic, que supuso un giro hacia la creación de piezas con un alto componente escenográfico y alegórico. Ambos partícipes de una práctica creativa híbrida vinculada a la memoria individual y la topografía íntima. 

Compartir

Código copiado al portapapeles.
Fecha:
07/07/2015
Realización:
Rubén Coll
Licencia:
Creative Commons by-sa 4.0