Audiosfera

“Una exposición de abundancia inmaterial”. Estas son las palabras con las que su comisario, Francisco López, describe apenas en las primeras páginas del catálogo homónimo la muestra Audiosfera. Experimentación sonora 1980-2020. Presentada en el Museo Reina Sofía a finales del año pasado, esta exposición atendía a una peculiar combinación entre lo intangible y lo desbordante. Con salas carentes de objetos o documentos, el visitante era animado a la escucha, a la “de verdad, profunda, dedicada, penetradora y reveladora”. 

Se buscaba entonces la mera aproximación o bien la inmersión completa al “audio arte” o al “arte aural” a través de las obras de cientos de creadores sonoros, en un intento por solventar un vacío histórico-cultural azuzado por la repetición incasable de siempre las mismas iniciales. En este sentido, en la muestra se entremezclaban no solo los ejemplos de audio experimental social pertenecientes a la colección personal del propio López, sino también piezas realizadas de forma específica para exposición.  

Con ello, esta cápsula recoge el compendio de esas veintiuna experimentaciones realizadas por encargo de artistas como Barbara Ellison, Jana Winderen, Lee Patterson, Miguel A. García, Olivia Block, Pablo Reche, Eric La Casa, Israel Martínez, Richard Francis, James Webb, Ryoji Ikeda, Yan Jun, Asmus Tietchens, Astronoise, Slavek Kwi, ILIOS y Masami Akita. Obras sustentadas ya en una gran heterogeneidad que ahora no hace más que complicarse: de las condiciones excepcionales de las salas del Museo, la escucha a través de esta Radio se ampara ahora en lo diverso y deslocalizado. Así pues, estos audios, durante meses separados de la resplandeciente y obsesiva materialidad, pretenden introducirse por los recovecos de nuestro ser cotidiano. Situaciones cargadas de interferencias e interrupciones que nos obligan a estar más atentos y a desenfocar con mayor precisión. 

Sin embargo, pensemos que quizá no sea tan problemático que entre las obras de Maggi Payne y Manuella Blackburn se cuele el llanto de un bebé, o bien una risa en la pausa de Joe Colley y Lawrance English. Al fin y cabo, como bien escribe Víctor Nubla en el catálogo de la muestra: “¡Hay tanto por escuchar!”.