A tope de pasión
Aver aves
Transcripción
A tope de pasión es una breve serie de entrevistas a personas movidas por una curiosidad insaciable. Me he centrado en personas que dedican su tiempo a actividades creativas y críticas porque quieren, porque se han empeñado en ello y no porque pueden. Esta serie de entrevistas es una última llamada de atención sobre cómo los comportamientos artísticos no tienen, o al menos no deberían tener que ver con los privilegios. Para esto, en estos cuatro podcasts conscientemente biográficos, se puede escuchar no sólo la pasión que mueve a estas personas para dedicarse a actividades artísticas, sino también las condiciones sociales y económicas que no se lo han puesto fácil. En el cuarto y último episodio, Aver Aves.
— María Luisa Pinedo: Soy María Luisa Pinedo, fundadora junto con Javier Rico de del proyecto Aver Aves y, bueno, principalmente he llegado hasta aquí, pues, me considero una enamorada de la naturaleza desde bien pequeña y además muy motivada por mi padre. Los dos, tanto él como yo, súper amantes de…, imagino que de la generación de Félix Rodríguez de la Fuente, y no nos perdíamos ni uno de ellos de sus programas los viernes por la noche y ha sido… pues bueno, en los últimos años de mi vida, los últimos treinta y treinta y pico años de mi vida, pues un verdadero placer... junto con Javier he el gusto y el disfrute y la fascinación que tengo por las aves.
— Javier Rico: Mi nombre es Javier Rico y yo siempre he sido muy extrovertido y en ese en ese carácter va la pasión y el comunicar, también. Y lo que tuve claro desde un principio, además recuerdo perfectamente a uno de los profesores, uno de los mejores que he tenido: “especializaos en aquello que os gusta, no en aquello que penséis que os va a dar más dinero, que hay mucha gente que lo hace, que puede…en lo que os guste”. Y yo, bueno, eso se me clavó, en primero de carrera fue nada… ¡pumba! Me voy a especializar en medio ambiente, en naturaleza.
— MLP: Sí, Aver Aves llevamos ya desde el año 2012 y principalmente lo que intentamos es transmitir la pasión que nosotros tenemos por la naturaleza, por el medio ambiente, pues transmitirla de una manera muy cercana tanto a pequeños como mayores. Y pequeños pueden ser desde niños de cinco a seis hasta niños de… yo que sé nueve, diez, doce, catorce…y a partir de ahí… Y bueno, hemos descubierto que lo que decimos, lo que contamos, lo que enseñamos, lo que nos enseñan las aves pues les gusta mucho a las personas y tienen esa carencia de conocer su entorno y a los otros seres vivos, aparte de las personas que conviven con ellos. Porque en Aver aves no solo les enseñamos a ver, sino que también intentamos que aprendan a oír, que eliminen todo el ruido que tienen. Que es lo primero que nos llaman la atención: la taladradora, el coche... y que abstraigan de todo eso para aprender otra vez a educar el oído y ser capaces de distinguir esos cantos. También me gustaría añadir que Aver aves no solamente somos Javier Rico y María Luisa Pinedo, detrás de nosotros también está Yaguine Rico, que es monitora y otras muchas cosas dentro de Aver aves y, por supuesto, Cigu, nuestra mascota. Es nuestra mascota y tiene una historia alucinante que no deja a nadie indiferente y la forma de descubrir y conocer su historia es venirse a una de nuestras rutas con Aver aves.
— JR: Pues yo, vamos, llevo desde creo que, mira, 1988 finales… en noviembre del 88 escribí mi primer artículo sobre medio ambiente. Ya había hecho la carrera, bueno, estaba haciendo la carrera de Periodismo y desde esa fecha hasta hoy todo lo que he escrito como periodista [ha sido] medio ambiente, medio ambiente.
— MLP: Yo creo que recordar que por aquella época estaba en Wall Street. Wall Street es una academia de inglés y, bueno, pues un empecé como asistente en laboratorio y luego pasé a secretaria.
— JR: Y luego también…
— MLP: Bueno, y anteriormente en Amigos de la Tierra, en… Vamos, por formación soy administrativa, pero he ido pasando por diferentes puestos.
— JR: Y luego progresivamente también, pues eso, era parte importante en mi labor, porque el tema de documentación y gestión de entrevistas y tal… Digamos que cuando me iba muy bien y podía vivir del periodismo ambiental, un refuerzo importante era ella porque estaba detrás, eso, amueblándome la cabeza con cosas, con artículos… “Hay que entregar a este la entrevista para esta”, la documentación, cosas en inglés, como precisamente dice que estuvo trabajando en inglés, pues yo mi inglés no es nada boyante, entonces no había Google Translate y manejaba mucha documentación en inglés y sí…
— MLP: Compaginábamos. El despacho lo teníamos en casa. Siempre hemos estado con el despacho en casa.
— JR: En 2004, decidimos compartir de forma altruista la pasión que teníamos por las aves que veíamos cerca y que veíamos que había otras personas como nosotras, que les impactaba ver colirrojos, petirrojos, lavanderas y mirlos alrededor y decidimos compartirlo con los grupos afines en los que estábamos metidos. Uno de ellos era un grupo de consumo, aquí en Carabanchel llevamos en grupos de consumo desde hace ya mucho tiempo y fue con uno de los que íbamos, pero también con centros culturales, con AMPAS y demás. Lo que pasa es que fue precisamente yendo con uno de esos grupos de consumo donde una de las personas… pues surgió en su día lo de “oye, tenéis que cobrar por esto, que se os da muy bien, que lo hacéis muy bien”. “Anda, Juan, no, no, esto lo hacemos porque nos gusta y nos gusta compartir esto y cobrar nada, nada”. Y sí, por esas fechas, en 2004 yo creo que empezamos.
— MLP: Sí, pero sobre todo también porque fue todo muy muy espontáneo: con los peques, pues con el grupo de amigos del colegio, el grupo de amigos del grupo de consumo, el grupo de amigos de donde somos, de Algete, de Carabanchel; y, enseguida, sobre todo, Javier destacaba en el sentido de…con los peques: “¿os habéis fijado? ¿habéis escuchado? ¿habéis visto…?”. Y de repente sí, es cierto que sobre todo los peques (y los no tan peques), amigos, sí que cada vez que salíamos nos reclamaban en ese sentido, en el sentido de “oye, ¿por qué no vamos con Javier? ¿por qué no?”. Sobre todo, Javier, que es tan, tan, tan abierto. Y en una de esas, pues el niño, el niño de Juan… sí que al llegar a casa nos comentó Juan “fíjate que cuando sale al campo conmigo, que no ve tantos animales, ni tantas aves como cuando salimos con Javier, ‘contigo yo es que no veo nada y con Javier es que lo veo todo’”. Y la broma de Juan fue “anda, anda, anda, lo que pasa es que Javier los suelta antes de que lleguemos nosotros. Cuando llegamos nosotros los acaba de soltar, por eso vemos tantos”.
— Entrevistador: Una manera de hacerle de menos al padre, ¿no? “oye, pues contigo no vemos estas cosas”.
— JR: El padre desesperado me lo imagino por llevarle aquí y allí para que conozca, vea y tal, y él dice “sí, muy bien, pero contigo no es lo mismo”.
— JR: A partir de 2008 ya coincide con la crisis-estafa de 2008. A partir de 2008, 2009, 2010, la cosa nos empezó a ir peor, sobre todo en el tema periodístico —en mi caso—, sobre todo porque dejé de publicar mucho en prensa y publicaba más en la web y porque por aquel entonces —bueno y todavía hoy— publicar en la web era casi como que tenías que regalarlo. Progresivamente fueron cerrando revistas de las que habitualmente me solicitaban colaboraciones y demás, y la cosa iba muy mal. La cosa nos iba…pues eso, y encima con una hipoteca. Y ahí fue cuando volvió esa conversación con Juan de por qué no cobramos, ¿qué ocurría? que para hacer eso se necesitaba una inversión: prismáticos, telescopios, guías e incluso una cámara fotográfica. Bueno, varias cosas, darnos a conocer mediante un book, lo que fuera… un logo.
— MLP: Y sobre todo ¿qué es lo que queríamos hacer?, porque ya no era solo que necesitábamos sino… la idea estaba más o menos clara. Y, ¿cómo la enfocamos? ¿hacia dónde vamos con esta idea?
— JR: Consultamos con los colegios, por aquel entonces estábamos muy implicadas en AMPAs, Consejo Escolar y demás… siempre nos ha gustado, estar muy por la escuela pública, pero dentro de la escuela pública, moviendo y demás, y conocíamos por dentro cómo funcionaban colegios, institutos y la gran carencia que había de educación ambiental (y que sigue habiendo, por cierto). Entonces por ahí tiramos, por los colegios.
— MLP: Todo lo valoramos prácticamente pues entre 2010 —finales de 2010, 2011…—, empezamos que queríamos hacerlo: lo veíamos, no lo veíamos, esperábamos, no esperábamos y, bueno, el enfocarlo todo a través de las aves que son nuestra pasión, pues lo teníamos súper claro.
— JR: Pensamos en hacer un crowdfunding abierto, pero decíamos “¿y qué damos a cambio?”, porque una ruta para alguien que te ponga dinero desde Canarias… a Canarias no vamos a ir hasta alguna ruta. Ni siquiera alguien de Sevilla…. Y lo hicimos con familiares y amistades. Entonces les dijimos “fueremos hacer esto, necesitamos esto”.
— MLP: “Necesitamos un book, necesitamos fotos” … ¿a quién tenemos? A la mejor fotógrafa, Ana Maristany. Necesitamos un logo, la mejor diseñadora gráfica, Encarna Esperón, necesitamos cash —metálico— para la inversión económica de prismáticos, de telescopios, cámaras, pues dos amigas muy…
— JR: Las hermanas.
— MLP: Íntimas, Mónica Díaz y Celia Díaz, son artistas cien por cien. Entonces lo planteamos, se lo planteamos a ellas, que además todas chicas y dijeron “bueno, pues es que lo vemos claro”, ¿lo veis claro? ¡Pues venga!
— JR: A ver, costó muchísimo, o sea, nos costó mucho porque claro estás llevando al colegio, al alumnado, al parque al que van habitualmente, porque es el que tienen al lado del colegio o el instituto y supuestamente a ver animales que no existen o que la gente cree que no existen. Es decir, “¿para qué voy a pagar —primero uno— para que vayan al parque al que ya van? Si ya van, si ya lo conocen…, ya están todos los días” y —dos—, “¡pero si ahí solo hay gorriones y palomas, ¿qué le vais a enseñar?”. Y lo mejor fue que cuando venía un colegio, el mejor prescriptor era el nene o la niña que se venía, porque llegaba a casa diciendo “he visto cosas”, pues tipo Blade Runner, el "replicante final"… “He visto cosas que nunca creeríais”, “hemos visto el ave más grande de Europa volando sobre nuestras casas, he visto un pájaro carpintero picotear en el árbol cercano…”. Entonces, claro, todo eso era nuestra mejor publicidad. Y bueno, el profesorado, claro, el profesorado también quedaba flipado, porque es que cualquiera, es decir, no estamos acostumbradas a valorar lo que tenemos cerca y no nos paramos. No todo es un gorrión, lo del tamaño de un gorrión, todo es un gorrión.
Aquí hay una cuestión con el urbanismo y es que intentemos de dejar de ver la ciudad como algo en la que sólo habita un ser vivo o una especie, que es la humana. Si no empezamos desde ahí, si pensamos que estamos solas aquí, que es lo que ha pasado en Londres y lo que ha pasado en Düsseldorf, lo que ha pasado en Praga casi, en muchos sitios donde ya no hay gorriones comunes y donde no hay muchas aves. Porque ha sido un urbanismo feroz, pensado solo en las personas y no en el entorno. Es cierto que los gorriones descienden por otros muchos motivos, pero uno de esos es que no hacemos ciudades amigables para las aves en ningún sentido, y eso se está revirtiendo muy lentamente, pero se está revirtiendo. Hay ejemplos, hay ejemplos. El Parque de las Llamas en Santander, por ejemplo, los ríos que atraviesan Burgos también, pero ahí también se han hecho cosas muy interesantes.
Cuando te planteas hacer un parque, primero pensar qué había antes ahí, porque es posible que ya hubiera un espacio natural, unas huertas, que hubiera un río, un valle… Ya hay zonas en las que tú vislumbras, que dices “bueno, aquí no procede poner ladrillazo, poner hormigonado aquí impresionante, o poner un parque que no vaya con la zona”. Entonces aquí había unas zonas con huertas y ¿qué crecía? ¿y qué había?, “pues aquí había una zona con muchas plantas aromáticas y demás”. Eso quiere decir que el suelo todavía, aunque le hemos castigado, pero todavía puede dar de sí para que soporte este tipo de plantas y demás. Entonces todo eso es estudiarlo, valorarlo, echar la mirada atrás sobre lo que había, no había, contar con gente que lo conoce y demás y hacer partícipe a esa comunidad de ese proyecto de parque, por ejemplo y demás, ¿no? Y luego, también, la movilidad sostenible. Tú no te puedes plantear un desarrollo urbanístico en el que va a haber… —me da lo mismo que sea un hospital, un polideportivo o casas—, tú no te lo puedes plantear sin ver cómo va a llegar la gente ahí. Si tú no piensas en cómo va a llegar la gente ahí y solo piensas “bueno, ya vendrán en coche”, pues el entorno va a ser horrible, va a ser durísimo para que a partir de ahí tú crezcas desde el punto de vista de la naturaleza, renaturalización y demás, porque todo el espacio que le puedes dejar, que puedes pensar para la jardinería urbana y demás, te lo va a ocupar un coche.
Se sigue estudiando el tema de los gorriones. Lo que está claro es que es una mezcla de muchas cosas. Es una mezcla de contaminación, de cambio climático, de residuos, de pérdida de lugares, de nidifcación. Eso ha sido importante en ciertas zonas, porque ya no se construye con tejas, ya no se construye con tejados de doble agua, prácticamente no hay balcones, no hay salientes, no hay alféizar, no hay voladizos. Es muy rectilíneo ahora el desarrollo urbanístico, el urbanismo es muy rectilíneo, cuando no [hay] directamente cristaleras. Mueren muchas aves estampadas contra cristales, muchísimas en muchos sitios. Porque además España seguía siendo un país con un parque edificado muy antiguo. Había mucha teja todavía, por ejemplo, en Carabanchel, igual que en Tetuán, hay mucho neomudéjar. Se había construido muchísimo con ladrillo, con muchas aberturas, con muchos dinteles así, abiertos y tal, recovecos y demás. Y eso, pues parece que no, pero algo favoreció para que hayan resistido los gorriones un poquito más en España con ese tipo de construcciones.
— MLP: Sí, por el tema de vencejos, golondrinas, aviones y que vienen… Y bueno, son las “Las tres mosquiteras” por excelencia. Se las conoce por eso, porque cuando vienen pues nos ayudan, vamos, nos ayudan porque comen toneladas, toneladas de mosquitos que si no se comieran pues es cierto que nuestra vida en el planeta… sería bastante peligroso.
— JR: Claro, es que hay que pensar que cada una —hay 16 ó 17 millones—, cada una es lo que comentaba antes, que comen 100.000 mosquitos cada una de ellas, salen billones de mosquitos. Siempre decimos lo mismo. Hay 11.000 especies de aves en todo el mundo, como perdamos tres —estas tres mosquiteras— no tenemos nada que hacer aquí, no tenemos nada que hacer aquí. O sea, el tema de los mosquitos sería algo muy preocupante, muy preocupante. Entonces lo de las golondrinas, los aviones comunes y los vencejos es el ejemplo más palpable que tenemos de insecticidas naturales que debemos cuidar, bueno, tanto debemos cuidar que, como también se ha se ha constatado un descenso de las poblaciones de las tres especies de vencejo común, golondrina común y avión común, una de las medidas —bueno, se protegieron inmediatamente—, y una de las medidas —con multa a que está penada hacer— es destruir sus nidos, porque esa es otra que tenemos: la limpieza. El afán por la limpieza: “No, no, por favor, un nido de golondrina en el garaje y me caga el coche, la ropa y demás… ¡que no, no, no, no, no, fuera!”. Se han destruido muchísimos nidos, muchísimos.
— MLP: Y se siguen, de los vencejos. Es una pasada, porque los vencejos anidan en huecos y esos huecos de determinados edificios los tapan. Entonces ahora mismo que están en eso, hay muchos que ya han llegado, pero todavía…, y siempre van a buscar el nido del año anterior, la nidada del año anterior y se encuentran con que ha sido bloqueada. Esta mañana lo he visto, es que no recuerdo en qué edificio lo comentaban, pero imágenes de cómo llegaban los pobres, intentaban e intentaban y claro, llega un momento en el que, claro, no puede más y caen.
— JR: Hay que pensar, hay que pensar una cosa. Estos vencejos, golondrinas y aviones vienen de pegarse 5,000 kilómetros. En algunos casos, 10.000 kilómetros
— MLP: Vienen agotados, llevan agotados.
— JR: Y lo que menos quieren que suceda cuando llegan aquí a Madrid es que su nido esté tapiado, esté roto, porque esa temporada no van a criar, no les da el cuerpo para ponerse después de esa kilometrada que se han hecho, para ponerse a buscar barro, a construirlo y demás…
— MLP: Más luego a producir.
— JR: Y luego que les dé tiempo para poner los huevos y nidificar. Se pierden muchas… uno de los descensos poblacionales es porque han llegado una tropa, pues eso, de decenas de miles, de cientos de miles de estas especies, y llegan y les han destruido el nido y tienen que ponerse con él. Esa temporada no crían.
— Entrevistador: ¿Puedo preguntar cómo os conocisteis?
— JR: Nos conocimos en su pueblo, en Algete. Fue algo carambola total, carambola total. Porque a mí, mis padres, uno de los disgustos más grandes que me dan es que con 18 años, yo toda la vida viviendo en Carabanchel, con 18 años me dicen que nos vamos a vivir a Algete. Digo “no, no, no”, digo “estoy a punto de comenzar la carrera, estoy currando para pagarme la casa, no es posible que me llevéis a Algete cuando en Carabanchel lo tengo todo a mano: mis amigos, mi marcha, estoy estudiando... No puede ser verdad esto”. Pero era verdad. Es la verdad, es la verdad y, nada, me mandan. Vamos, me mandan, se van ellos a vivir a Algete. Mi padre trabajaba en Alcobendas y Alcobendas estaba carísimo y lo más cercano era Algete. Pues nada, para allá que voy y tengo la inmensa fortuna de allí conocer a María Luisa. Pues a ver, yo…, nos conocimos…, fue un flechazo instantáneo por mi parte…
— MLP: Por su parte.
— JR: Por ella no tanto, ¿de acuerdo? Esto estoy hablando en el 85, en el 85 nos conocimos y yo dije “qué chica más guapa, por favor, madre mía”. Hice lo posible para que se viniera a un concierto de Scorpions en el 75 en el estadio del Rayo Vallecano, donde en ese mismo concierto no nos enteramos, pero en las filas de delante asesinaron a una persona, una trifulca y demás… pero se vino al concierto. Yo dije “ay, que guay, qué guay, María Luisa, qué guay”, pero no cuajó, no cuajó, no cuajó y ella no estaba por mí como yo estaba por ella. Así que dije “maldito Algete”, que encima…
— MLP: Y pasaron como cinco... Cuatro o cinco años.
— JR: Yo lo seguía intentando esporádicamente, y en el 89… en otro concierto, por cierto, y nada menos, estábamos hablando de Scorpions…; en el concierto en el que dijimos después del concierto “oye, esto va en serio, ¿no?”. Se lo dije, que yo digo “por favor, que vaya en serio” … Mecano en el Rockódromo en el 89, Mecano… que yo no sé si fue uno de los últimos, no, no, luego sacaron discos, pero sí, sí, en el Rockódromo estuvimos viéndolos con unos amigos…
— MLP: Con unos amigos…
— JR: Con unos amigos, y ahí sellamos nuestro cariño y amistad. Y desde el 89 hasta ahora.
— MLP: Y bueno…
— JR: Eso sí, condición sine qua non: “¿te vienes a Carabanchel conmigo?”
— MLP: Sí, bueno, eso. Eso fue antes de…
— JR: Claro, antes de todo esto. Antes de trabajar juntos. Vámonos de Algete y nos vamos a Carabanchel.
— MLP: Y a mi Carabanchel me encantó. Pues eso. Y ya desde aquí no nos movemos nada. Desde aquel momento no nos movemos.
A tope de pasión es una breve serie de entrevistas a personas movidas por una curiosidad insaciable y que dedican su tiempo a actividades creativas y críticas porque quieren, porque se han empeñado en ello, y no porque pueden. Estas entrevistas son una llamada de atención acerca de cómo los comportamientos artísticos no tienen —o al menos no deberían tener— que ver con los privilegios. Para esto, en estas cuatro cápsulas se puede escuchar la pasión que mueve a estas personas a dedicarse a las labores artísticas, pese a que las condiciones sociales y económicas no se lo han ido poniendo nada fácil.
En el cuarto episodio, Aver Aves.
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- Fecha:
- 31/07/2024
- Realización:
- José Luis Espejo
- Agradecimientos:
David Gómez, María Luisa Pinedo y Javier Rico
- Licencia:
- Creative Commons by-nc-sa 4.0
Citas
- Coral Rojo. Vuela golondrina (2020). Disponible online