El tiempo y las cosas

El tiempo y las cosas. La casa-estudio de Hanne Darboven. Del 26 marzo al 1 septiembre de 2014

Hanne Darboven ha sido una artista seminal en los lenguajes del minimalismo y del arte conceptual en la generación de los años sesenta y setenta. Estamos tratando de una artista que ha empleado el tiempo como principal soporte de trabajo. Y la expresión del tiempo se manifiesta por sus dibujos, por sus series de caligrafías, por sus series de transcripciones de libros fundamentales de la historia de la humanidad como la Odisea de Homero, por ejemplo. Es por eso que la obra de Darboven es una obra más compleja que la simple linealidad minimalista.

Es una exposición que por primera vez enseña su casa-estudio. Y en su casa-estudio Hanne Darboven desarrollaba colecciones de una manera obsesiva. Sus colecciones son acumulaciones de objetos, de juegos, de instrumentos de música, de obras suyas. Y es a partir del cruce entre esa acumulación de colecciones y la linealidad de su obra que esta exposición enseña una nueva Hanne Darboven.

La mesa es el territorio de trabajo de Hanne Darboven. Desde su primera mesa, la mesa que en Nueva York encomienda a un carpintero y que jamás va a abandonar, hasta la mesa de su padre sobre la cual ella va a desarrollar su correspondencia, hasta la mesa de la música, donde ella ha transferido muchas de sus series numéricas. Darboven si utilizaba mesas para diferentes funciones cambiaba esas funciones. Y esas mesas son como expresiones de un territorio donde la artista construía su trabajo, como expresión de un deber con la naturaleza de ese mismo trabajo.

Darboven como coleccionista va a acumular objetos sobre sus mesas, sobre su espacio de trabajo, de manera que su casa se vuelve en un ejemplo de un bric à brac que es extremamente barroco. El coleccionismo de Darboven es precisamente la contraposición de una atención entre el cosmos y el caos, entre la simplicidad y la complejidad, entre la linealidad y los procesos sustitutivos de objetos y elementos referenciales de esa linealidad.

Esta exposición no nos trae archivos de la artista porque la artista no utiliza la estrategia del archivo. La artista utiliza la estrategia de la seriación y de la acumulación, que van a definir los elementos temporales que van a segmentar el tiempo. Esta exposición más que un atlas de referencia convoca una idea de enciclopedia que hace parte de una lectura casi Benjaminiana de la historia. Hanne Darboven con la manera cómo trabaja el tiempo proyecta el ángel de la historia de Benjamin sobre el presente de su proceso de creación artística. Es así que elementos que vienen de otros tiempos, que vienen de otros contextos históricos, que definen como un pasado, sea de su familia, sea de una memoria, de una cultura, de su ciudad, de Alemania, de Europa... se van a convertir entonces en una reinvención del tiempo del presente a partir de esas obras que ella invoca de diferentes pasados.

Lo que es interesante en una exposición como esta es que una artista sobre la que pensábamos saber todo nos deja mucho por saber. Podemos conocer por esta exposición mucho más que aquello que ha sido conocido en las importantes exposiciones y colectivas en las que ha participado. Esta exposición añade un capítulo esencial para el conocimiento de la obra de Darboven y a partir de ella su recepción no será la misma.