La escena artística oficial de los años 80 vivió un momento álgido tras la represión a la que había estado sometida durante la dictadura militar. El cambio político y social hacia la democracia dio lugar a ciertas formas de lo artístico que se construyeron sobre un nuevo carácter aperturista que pasó por una voluntad de internacionalización, de la que surgieron ferias como ARCO, y revitalizó una vez más ciertos cánones artísticos como los de la singularidad del artista y la originalidad de su obra. Esta capa, la más visible y estudiada del arte español de esta década, solapó el trabajo que venían haciendo otros grupos y colectivos cuyas trayectorias al margen de esos estándares desarrollaban ya desde la década de 1970.

Las prácticas colectivas de los años 70 y 80 desviaron en buena medida el foco de atención de lo artístico para dirigirse hacia contextos sociales diversos usando diferentes estrategias cercanas en muchos casos al activismo. Un contexto de creación social en el que se trabajó sobre el feminismo, las asociaciones ciudadanas, las cuestiones de género o la diversidad cultural, pero también sobre reivindicaciones más cotidianas y singulares abordadas desde un plano formal que nada tiene que ver con esas ideas de originalidad que referíamos antes. Lejos de todo ello, estas prácticas donde se ensayó con formatos como el videoarte, la performance o el arte sonoro, pero también con otros de corte más tradicional se confunden en muchos casos con el activismo al dirigir el uso de la estética y los medios hacia la reflexión de problemáticas específicas. Con todo ello estas prácticas hundieron sus raíces en las realidades de unos contextos urbanos y ciudadanos que crecían de forma desmesurada poniendo de manifiesto una juventud que buscaba otras formas de estar y participar en la sociedad.

Colectividades artísticas en el contexto español de los 80 recoge fragmentos de dos conversaciones mantenidas con Teresa Marín y Jorge Luis Marzo, sobre el panorama de los colectivos artísticos en la década de 1980 en el territorio español.

Jorge Luis Marzo es historiador del arte, doctor en Estudios Culturales, y profesor en BAU Centro Universitario de Diseño de Barcelona. Ha desarrollado numerosos proyectos colaborativos de investigación. Los más recientes son: Iconografía post-millennial (Morsa, 2019); After Post-Truth (Artnodes, 2019); La competencia de lo falso. Una historia del fake (Cátedra, 2018); Espectres (Virreina, 2017); Fake. No es verdad, no es mentira (IVAM, 2016); Arte en España (1939-2015). Ideas, prácticas, políticas (con Patricia Mayayo, Cátedra, 2015).

Teresa Marín-García es artista interdisciplinar, interesada en narrativas visuales y diálogos entre lo documental y la ficción sobre formas precarias de la cotidianidad. Licenciada y Doctora en Bellas Artes (UPV). Profesora en la Facultad de Bellas Artes de Altea (UMH), donde coordina el Laboratorio de Interferencias Artísticas y Mediales (IAM-Lab). Investiga y ha publicado sobre cultural visual, creación colectiva e investigación artística. Coordina el proyecto CCCV, archivo-laboratorio sobre Cultura Colectiva en la Comunidad Valenciana. Es miembro de Petit Comité de Resistencia Audiovisual, que desarrolla archivos audiovisuales sobre identidades afectivas y procesos de resistencia cultural. Es miembro y cofundadora de AVVAC y ANIAV (Asociación Nacional de Investigadores en Artes Visuales).

 

Compartir

Código copiado al portapapeles.
Fecha:
06/04/2020
Realización:
María Andueza
Licencia:
Creative Commons by-nc-sa 4.0

Material complementario