Radio Sicalipsis
(un equilibrio inverosímil)
Transcripción
Radio Sicalipsis. Punto intermedio entre lo moral, artístico y el desenfado sin arte. Sin ser lo primero en absoluto y no llegar al desprecio de aquellos con gusto estragado
Radio Sicalipsis. Un equilibrio inverosímil
Capítulo 1, parte 1: En este programa: ¿Sicalípticas Dandis o Dandis Sicalípticas?
Un día le pregunté a Ragon, el historiador: "¿Cómo se debía escribir la historia?". Me dijo: 'hay que inventarla"'.
John Cage
─ Gloria G. Durán: Hola, soy Gloria G. Durán y hoy, en Radio Sicalipsis, arrancamos ciclo con mi maestro, Miguel Molina Alarcón, que lo tenemos de invitado de honor, para dilucidar qué es esto de las Sicalípticas Dandis.
─ Miguel Molina Alarcón: Bueno, gracias, Gloria, pero bueno, como maestro ahora soy un alumno, en el sentido de que a mí la extrañeza en este programa que estás uniendo, ya que se habla de esta Radio Sicalipsis como un equilibrio inverosímil, mi pregunta inverosímil es: ¿Qué relación tiene Sicalípticas con los Dandis o los Dandis con las Sicalípticas? Una extrañeza porque realmente me llamo la atención porque las Sicalípticas se asocia a la picardía erótica, la malicia y el dandi, a la frialdad, la distancia, no lo erótico en demasiado exhibido. Entonces, ¿por qué esa asociación, tan extraña y tan inverosímil?
─ Gloria G. Durán: Que es lo que nos gusta, lo inverosímil. Pues mira, me alegra que me hagas esa pregunta porque realmente, una de las definiciones de Sicalipsis, que fue publicada en el Diccionario Enciclopédico Ilustrado de la Lengua Española en 1917 precisamente por un valenciano, que tenemos que recordar que estamos en Valencia, grabando este programa y fue en Valencia donde nos conocimos tú y yo en el 98. Bien, pues este señor que se llama (José) Alemany y Bolufer, en 1917 escribió así:
"Sicalipsis: quizá del griego Sinkalypsys: Acción de cubrir, de velar, de ocultar.
Belleza artística en que campea el ingenio, la intención y la gracia picaresca sin rayar en la obscenidad. Constituyen su carácter, esencialmente erótico, el atrevimiento del fondo y la elegancia de la forma, que, a modo de artístico velo, esfuma la dureza de las líneas y suaviza la tonalidad del cuadro, desterrando de él todo aquello que está reñido con el arte y el buen gusto. El deplorable uso que suele hacerse de esta palabra ha sido causa de que muchos la confundan con la voz pornografía y, en tal sentido, la empleen, pretendiendo hacer sinónimos de vocablos cuya significación es muy distinta".
[Canción Bella Zulima. La Pulga (1906)]
Ay, señores por favor.
Quién me quiere desnudar,
Porque tengo miedo atroz
y me voy a poner mal.
Una hormiga sin pudor,
Me recorre sin cesar,
Por arriba, por abajo,
por delante y por detrás.
─ Gloria G. Durán: En 1917, que era contemporáneo a la sicalipsis, quedaba claro que la esencia está en lo velado. Y también en el dandi, fíjate que la esencia está en los matices, en esa especie de códigos ocultos en que solamente la gente iniciada puede leer esa magia de la construcción de un personaje,
─ Miguel Molina Alarcón: Sí, puedo entender un poco más porque claro, como se ha asociado muchas veces lo sicalíptico como una palabra inventada que, al principio era para pornografía con lo de mostrar. También el otro día me sorprendió de que decías "es velado", es decir, es un erotismo velado, también, del dandi. Incluso, lo asocio a la cupletista La Goya. Cuando le preguntaron cuáles eran las virtudes de una cupletista, ella decía "la elegancia", algo tan fácil, tan difícil. Y mostrarlo, esa elegancia, en los gestos y en la no afección, porque en el dandi siempre es seguro, lo distante. Y ella decía que una cupletista está sola en el escenario y todos te observan. No te puede cubrir un escenario. Y quizá, a lo mejor, el dandi (ahora escuchándote) crea ese dualismo, porque igual que la cupletista está sola, es la canción unipersonal, también tiene ese carácter muy personal del dandi.
─ Gloria G. Durán: Claro, es una construcción como muy sutil y, efectivamente, el erotismo también (como llena todo el sistema), porque el dandi no deja de ser alguien que quiere seducir constantemente. Quiere ser como amado por un público que, a su vez, se repudia. Es muy contradictorio.
─ Miguel Molina Alarcón: Sí, muchas veces, se ha dicho que el esnob (que lo decía Dalí): “Mira, el esnob es que lo quieren invitar a una fiesta, y el dandi (decía él) es aquel que va a una fiesta y hace todo lo posible para que le echen”.
─ Gloria G. Durán: Efectivamente.
─ Miguel Molina Alarcón: Quiero decir, que no muestra el deseo. Entonces, es curioso que, en las cupletistas, cuando cantan, los sentimientos no los muestran. Frialdad.
Causo molestias a mucha gente...
─ Gloria G. Durán: Porque, de hecho, lo que vamos a tratar aquí que hay muchos autores que dicen que un dandi no puede ser una mujer y esto es un error en los términos porque precisamente el dandi va contra toda posibilidad de que se le catapulte en un código de reglas establecido. Si pasa eso, ya no hay dandis. Y, por otro lado, casi todos los dandis cogen atributos de la mujer, ¿no? ¿Qué pasa? Jean Lorrain iba maquilladísimo y con grandes ojeras. Oscar Wilde, con un abrigo de pieles, con el culito respingón y unos andares siempre grandilocuentes. Álvaro Retana se depilaba las cejas, ponía boquita de piñón en sus fotos y llevaba sombra de ojos. Félix Yusúpov llevaba zapatos de tacón y las caderas siempre zigzagueantes. Robert de Montesquieu iba con su ramo de lilas en lugar de corbata, la barbilla siempre altiva y el bigotito engominado. Y Hoyos y Vinent llevaba ese monóculo que tanto nos gusta, los tacones, las pieles y el colorete. Todos ellos eran infinitamente más femeninos que muchas mujeres
─ Miguel Molina Alarcón: Pues no corresponde un poco con el dandi de ahora, que es un dandi todo un caballero, gentleman, aséptico y es totalmente opuesto a toda esa relación.
─ Gloria G. Durán: Ese es el problema.
[Canción Carmelita Aubert. Varon Dandy (1934)]
Cuando un hombre quiere tener pabellón
De conquistador y galán
Debe pensar antes que su galardón
Y saberse bien perfumar.
Un perfume hay propio de varón,
Que le da atractivo y distinción.
Varón Dandy, varón dandy,
El perfume de la seducción.
─ Gloria G. Durán: Precisamente, este asunto, el de la masculinidad, era la construcción que era una de las grandes obsesiones de la Edad de Plata. Habíamos perdido las colonias, habíamos perdido la gloria. Parecía que iban a ser los hombres (muy hombres) y los españoles (muy españoles) los que iban a hacernos grandes otra vez. Ahora bien, la cosa se complicaba: si además de ser grandes queríamos ser modernos, ¿cómo podíamos ser modernos, entrar en el ritmo de Europa, si nos construíamos así?. Es decir, peludos, fornidos, olorosos, recios y robustos. Obviamente, era imposible. Había que inventar un modelo de masculinidad que, aun sin tachas, transitase cierta gracilidad. Ser un varón muy varonil y oler bien no era, pensaron los guardianes del orden, incompatible, "Varón Dandy, el perfume de la seducción". Podría haber sido una solución, si no le hubieran puesto ese nombre. Porque, como todo el mundo sabe, el dandi es el andrógino de la historia. La paradoja patria estaba servida. Asepsia, higiene y pulcritud harán a un cursi, o a un esnob, pero jamás a un dandi.
Estas, como dice Retana refiriéndose a sus mujeres, están en pecado mortal. Pero siempre huelen bien. Y no precisamente a Varón Dandy.
[Anuncio] El hombre debe usar los productos Varón Dandy para caballero. Es por asepsia, por higiene, por pulcritud. Siempre y únicamente, Varón Dandy.
─ Miguel Molina Alarcón: "La mujer es lo contrario del dandi. Es por ello, abominable. La mujer tiene hambre y quiere comer. Sed, y quiere beber. Está en celo, y quiere ser poseída. Hermoso mérito." Firmado, Baudelaire.
─ Gloria G. Durán: Que un intelectual de la talla de Baudelaire sea capaz de comprar la idea mainstream de la mujer que se daba en el siglo XIX es lo más alejado del dandi. Hermoso mérito, querido Charles Baudelaire. Firmado, Gloria G. Durán.
[Canción Varon Dandy. Varon Dandy, Sandunga (2007)]
Me acompañaste a aquella fiesta,
Porque tenía invitación.
Pinchaba un tal Varón Dandy,
Objeto de tu devoción.
Y me perdí entre las grupis,
que saltaban en la pista.
Y note pude ver.
Y apareciste en gogotera,
Transformado en pantera.
Y no supe qué hacer.
Radio Sicalipsis
─ Miguel Molina Alarcón: La historia solo nos ha dado nombres de dandis masculinos.
─ Miguel Molina Alarcón y Gloria G. Durán:
Brumell
Romaine Brooks
Lord Byron
Nathalie Clifford-Banning
Alfred d’Orsay
Dolly Wilde
Disraeli
Colette
Tocqueville
La Polaire
Mariano José de Larra
Florine Sttetheimer
Charles Baudelaire
Djuna Barnes
Martín de Rosas
La Baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven
James Abbott
George Sand
Whistler
Vivienne
Oscar Wilde
Gloria Laguna
Jean Lorrain
Montesquieu
La Madeimoselle de Maupin
D’Annunzio
La Marquesa de Merteuil
Visley
Marguerite Radclyffe Hall
Raymond Russell
Una Troubridge
Antonio de Hoyos y Vinent
Hannah Gluckstein
Álvaro Retana
La Nelken
Valle-Inclán
La Bella Otero
César González Ruano
La Bella Chelito
Luis Cernuda
Carmen Flores
Eugenio D’Ors
La Venus de Bronce
Marcel Duchamp
Eva Tanguay
Francis Picabia
Ema Balberini
Joseph Beuys
Julia de Castro
David Bowie
La Negri
Andy Warhol
Maruja Mallo
Senyor pirotécnic pot començar la mascletà
Sicalipsis
─ Miguel Molina Alarcón: Bueno, después de estas batallas entre los dandis y las dandis también los mismos dandis, en sí mismo, tienen relaciones inverosímiles o llamaríamos mejor paradojas en su propia identidad es tan territorial, de identidad.
─ Gloria G. Durán: Si quieres, las numeramos, Miguel. Que tú y yo llegamos a estas conclusiones en la tesis doctoral.
─ Miguel Molina Alarcón: Paradoja 1. Son seres desclasados.
─ Gloria G. Durán: Efectivamente, porque salen de la clase a la que realmente pertenecen, bien sea la burguesía, esa odiada clase media vulgar hasta la náusea, o bien de la clase obrera, también rutinaria y repetitiva. Por lo tanto, salen de ella, pero se adscriben a una suerte de clase por elección personal y un poquito en el aire.
─ Paradoja 2. Se posicionan contra toda la normativa y la normalidad de la clase media.
─ Pero ojo, no se posicionan de un modo revolucionario, sino que es una sutil rebelión de gestos velados, como hemos visto al principio.
─ Paradoja 3. El yo como arte.
─ Efectivamente, se convierten en una obra de arte ambulante y generan todo un elenco de signos en torno a esa misma artisticidad. Se hacen vendedor y mercancía en un solo cuerpo.
─ Paradoja 4. Su lema nihil admirari, no inmutarse, no parecer nunca sorprendido, conservar siempre la impasibilidad.
─ Es Epicuro o la dicha de las piedras. Como decía Félix de Azúa, los dandis sufren de macrocefalia. Y tienen una hipersensibilidad. ¿Y qué hacen para protegerse? No inmutarse jamás.
─ Paradoja 5. Fingir no trabajar y no parar de producir. Rechazo del trabajo remunerado.
─ Esto realmente es un poco contradictorio, pero como es paradójico, lo que rechazan es el trabajo rutinario, repetitivo, que gestiona un día igual al siguiente, y por lo tanto construyen un modo de conseguir dinero, y no les importa que sea mucho, pero simulando que lo haces con suma facilidad, aunque te cueste infinitamente.
─ Paradoja 6. Ocio que conduce inevitablemente al esplín, al ennuit o al vulgar aburrimiento.
─ Por supuesto, como son aristócratas, aunque sean aristócratas de intemperie o del espíritu, ellos tienen que fingir que siempre están un poquito desocupados, rozando el aburrimiento. Es esa idea de que están ya de vuelta, ya saben mucho más que el resto de los seres. Como decía Álvaro Retana: "El mundo se divide entre dos tipos de seres: él (en un lado, solo) y el resto de seres, vulgares, gentecilla o gentuza".
[Canción La Argentinita. Todo al revés (1922)]
Siguiendo así las cosas
lo mismo que ahora van
muy pronto las mujeres
al hombre sufrirán.
Veremos entonces el punto al revés
y cambiados los papeles
será el hombre la mujer.
Será el hombre la mujer.
Será el hombre la mujer.
Y la mujer, por consiguiente, hará de hombre
y habrá que ver entonces cuando le pregunten a una chica: "¿A dónde vas, Purita? Y ella diga: 'A esperar a los modistos, hay un rubito tobillero con melenita a lo garçon que me quiere tarumba. Tiene unos ojazos... el otro día me lo llevé a ese cine nuevo que han puesto... Y si vieras qué inocente es. No hacía más que suspirar y pedirme bocadillos, lo cual yo le dije: ¿Es que tienes la solitaria, monín?" y me contestó con un candor: No, es que no he podido ir a comer por terminarme unos culotitos'".
Aunque a algunos les parezca que soy una exagerada con el feminismo, todo eso queda atrás.
─ Miguel Molina Alarcón: Continuando esas paradojas que se hablaban, sí que es verdad que, en las sicalípticas, las cupletistas, la mayoría de ellas eran de clase social muy baja, muy baja, y en el caso de La Fornarina, pues ayudaba a su madre. Era lavandera, luego fue también cercana a... trabajadora sexual. Pero realmente luego, cuando fue cupletista, ella estuvo en París y cuando le preguntaba de París qué te traes, pues se traía a Víctor Hugo, a los escritores, a Jean Lorrain...
Y que para ella ya se traía un elemento de contrario a ese mundo que había vivido de clase. Era como decía también Hugo Ball, "del dandismo de los pobres".
─ Gloria G. Durán: Como decía Juan Ramón Jiménez, eran "aristócratas de intemperie". De hecho, Jean Lorrain me interesa especialmente porque de algún modo tiñe todo el sistema de la sicalipsis por los anillos que lo vamos a ver luego, pero también por este por ejemplo, hay un fragmento muy bonito en el libro de La narración del estudiante, donde él describe de modo fascinado la belleza de una mujer muy misteriosa que se aloja donde se aloja el estudiante y a qué se dedica la mujer. Y hace una descripción del mundo de las variedades, el mundo del circo, el mundo de los espectáculos populares que creo que es bastante revelador.
[Audio de la lectura de La narración del estudiante, de Jean Lorrain]
“Esta mujer no era probablemente, después de todo, nada más que una viciosa, alguna amante anónima de la depravación que venía a distraerse en clandestinas orgías del aburrimiento diario de un marido, de un matrimonio y de una casa burguesa.
Burguesa en todo caso no muy rica, pues la señora de Prack hacía relativamente pocos gastos en aquel pequeño hotel de empleados y estudiantes pobres: llegaba siempre en simón, se iba de igual forma, y los hombres que traía estaban en general mal vestidos y parecían pertenecer a una clase inferior: pequeños sombreros hongo, largos gabanes ajados, bufandas deterioradas, pero, en su mayoría, eran singularmente ágiles y desenvueltos, con aspecto de gimnastas y de acróbatas, tanto que, al fin de cuentas me había quedado con la idea de que se trataba de una empresa de contratación para los music-halls y los circos de provincias, de la que la señora de Prack era la representante.
Las mujeres que traía eran más elegantes y, con sus cabellos teñidos con alheña, los ojos maquillados y la boca pintada de carmín, tenían entre ellas un aire de familia, actrices de pequeños teatros o camareras de restaurantes nocturnos; su forma de hablar en voz alta, las ropas chillonas, la gesticulación histérica, contrastaban con el tono y las maneras excesivamente sobrias de su amiga.”
─ Miguel Molina Alarcón: Esas paradojas nos la dan también uno de los creadores del dadaísmo Hugo Ball, que nos habla del dandismo de los pobres. Entonces... Realmente, ese elemento siempre asociamos el dandismo a una aristocracia, o lo que decías, la aristocracia a la intemperie y a la bohemia. También proviene de ese campo de vivir en un mundo al margen de la burguesía, al margen de todo esto, que también las sicalípticas vivían la bohemia y un dandismo que venían de la pobreza y luego se desarrollaba también en otra... ese carácter desclasado.
─ Gloria G. Durán: Efectivamente, sí. De hecho, además, la propia definición de la palabra sicalipsis es de un bohemio que dice Víctor Fuentes, un catedrático de Santa Bárbara (de California), que establece como tres promociones de la bohemia. Dice que Félix Limendoux era de la segunda promoción (entre comillas) de bohemia. Es esa promoción absolutamente fascinada por el mundo de París por toda esta literatura decadente, simbolista, por toda esta generación de personajes lánguidos, efímeros, blancos y ojerosos. Dentro de este lío digamos y fascinaciones múltiples, surge la palabra.
Sicalipsis
[Canción La Bella Dorita. Poco a poco (1933)]
Fui la otra mañana a comprarme guantes en una lujosa y fina guantería.
Vino el dependiente, mozo muy galante
y sirvióme lo que yo quería
al ir yo a probarme, me dijo el mancebo.
Déjeme, señora, yo se lo pondré.
Y un tanto azorado, empezó a meterlo...
─ Miguel Molina Alarcón:Igual que al principio hablábamos de que la historia se inventa, aquí se ha inventado sin recoger al primer inventor del término. Entonces, se ha generado una invención a través del tiempo. Pero también, la invención y una autocensura porque la Real Academia de la Lengua, en el diccionario, lo recoge en 1927. Y pone sicalipsis como pornografía (relativo). Hasta 1950 no lo cambia, porque estamos también en la posguerra, el Primer Franquismo.
Y hasta que no llega 1980, ya con la Transición, ya nos introduce la que ahora impera, que es malicia sexual o picardía erótica. Pero, ¿qué ha ocurrido? Que en cada momento se ha visto de referente (jamás Limendoux que nombrabas), no se ha recogido de él, se pensaba que era un error también de apocalíptico, de un editor, que quedó en sicalíptico. Pero justo en 1902...
─ Gloria G. Durán: En 1902 lo que sucede... Tú te comprabas en 1902, si tenías recursos y sobre todo si lo hacías de modo discreto, una revista que se llamó Las Mujeres Galantes. En su número 1, podías leer esto que vamos a leer:
Puntualizado lo que ha de ser este portfolio, réstame aún definir la palabra que nos hemos validado para calificarlo. Ha de ser altamente sicalíptico, dijimos en nuestro prospecto y como quiera que la palabra cae fuera del diccionario al igual de tantas otras que el vulgo ha consagrado adoptándolas para su uso particular, nosotros tenemos la pretensión de imponer el vocablo ante la imposibilidad de hallar otro que con exactitud sirva el concepto y traduzca la idea de esta publicación.
Sicalíptico es, para nosotros, y lo será para ustedes de aquí en adelante, todo aquello que significa el punto intermedio entre lo moral artístico y el desenfado sin arte, sin ser lo primero en absoluto, no llegar a lo segundo. Sin embargo, mantenerse en el justo límite y guardando su equilibrio inverosímil para no provocar la indignación y el anatema de los pusilánimes ni merecer el desdén de los que buscan excitantes, poderosos, para su gusto estragado.
Esto es lo verdaderamente sicalíptico. Recorriendo concienzudamente las interminables columnas del diccionario, que confeccionan nuestros inmortales, no pude dar con la palabra que constituyese el calificativo adecuado a esta publicación. Y ocurriéndosenos entonces que era más fácil acceder o inventarla que no retorcer el idioma con el eufemismo embarazoso y torpe.
Bien mirado, es más fácil inventar una palabra que un nuevo impuesto. Por ejemplo, sobre que la invención nuestra no perjudica a nadie, ni aún siquiera al hermoso idioma castellano, que puede ir enriqueciéndose de este modo. ¿Qué apuestan ustedes que, si nos lo proponemos todos, llegamos a imponer la palabra?
Vaya usted a oír cantar el tango de los lunares, ese que dice tengo dos lunares, tengo dos lunares. El uno junto a la boca. Y el otro, donde tú sabes. A una tiple que excede en picardía y en atención a la letra de ese número y que acompaña la música con movimientos lascivos sin que llegue sin embargo a lo indecente y convendrá usted conmigo en que aquella artista le entusiasma por lo que tiene de... Sicalíptico.
Coja usted un número de Vida Galante, la popular revista literaria que tantos admiradores tiene y ante una de aquellas páginas en color que representan la mujer hermosa dándose al público artísticamente entre sedas y encajes, no tendrá usted otro remedio que calificar aquel dibujo de verdaderamente sicalíptico. Y así, en todos órdenes del arte profano. ¡Oh, la Sicalipsis! ¡Es nuestro programa! Vale.
Firmado, Félix Limendoux
Las Mujeres Galantes, cuaderno núm. 1, 25 de abril de 1902.
[Canción La Bella Dorita. La vaselina (1933)]
Estoy muy sobresaltada,
Porque ya se acerca el día,
que del brazo de mi novio,
entraré en la vicaría.
Ya me han encargado el traje.
Es de encaje y seda fina.
Y mamá para ir de viaje,
Me ha comprado vaselina.
Todos me aseguran
que medida tal
es muy conveniente
para no andar mal.
Pero soy tan inocente,
Que no acierto a comprender
para qué es la vaselina
ni en qué sitio la pondré.
Si usted ya lo sabe,
me debe explicar,
si el día de bodas,
se debe de usar.
¿Sicalípticas dandis o Dandis sicalípticas?
Capítulo 2, parte 2: Y la mujer galante es una mujer dandi
─ Gloria G. Durán: Hola, soy Miguel Molina Alarcón.
─ Miguel Molina Alarcón: Adiós, soy Gloria G. Durán. Y entre nosotras, nosotros haremos.
─Gloria G. Durán: Nosotres.
Va a tocar el otres.
─ Miguel Molina Alarcón: Seguro que esperabais la e. ¿Y la “e” dónde está? La e se ha marchado. Oye, ¿no era la “e”?
─ Gloria G. Durán: Vale, repetimos.
─ Gloria G. Durán: Hola, soy Miguel Molina Alarcón.
─ Miguel Molina Alarcón: Hola, yo soy Gloria G. Durán. Vamos a estar a dúo en un equilibrio inverosímil.
Y la mujer galante es una mujer dandi.
[Eva Tanguay. I Don't Care, Nordskog Records (1922)]
Me tienen ustedes completamente sin cuidado. Hago lo que quiero, vivo cómodamente y no necesito dar cuenta a nadie de mis actos, ni de mis entreactos.
─ Gloria G. Durán: Félix Limendoux nos muestra una fascinante y “dandificada” mujer galante en el primer cuaderno publicado el 25 de abril de 1902. Y llama a la serie de fotografías "La Presuntuosa". En la primera foto, aparece ella vestida de caballerete, con unas calzas largas, unos calcetines negros, bailarinas y apoyada con cierta elegancia y tranquilidad mientras dobla su pie izquierdo hacia atrás con una chaqueta muy de señorito del siglo XIX y con una pajarita sobredimensionada con un broche muy femenino en el centro. El pelo rizoso, caído hacia un lado, pero muy corto.
─ Miguel Molina Alarcón: Foto 1. Se lo he dicho varias veces y jamás le he convencido de que soy cual heroína de Teófilo Gautier. Si me visto de muchacho como aquella se vestía, dejo atrás a la elegante señorita de Maupin. Tengo esbelta la figura, mi cabello es muy rizado y las líneas no delatan una gran desproporción. Hay pollitos por el mundo que se cuidan y acicalan de tal modo que resultan más femeninas que yo.
[Carmen Flores. La Despreocupada, Compañía del Gramófono (192?)]
Haré mi voluntad sencillamente.
Ya de tanto cinquil estoy cansada.
Para mí no hay ningún inconveniente.
Desde que pienso así me va muy bien.
─ Gloria G. Durán: Hay una segunda fotografía en la que nuestro caballerete, la señorita caballerete se sienta levantando esta vez su pierna derecha por encima de la izquierda. Adopta una postura, así como reflexiva. Está asícomo pensando y se ha puesto el monóculo, el elemento dandificado por antonomasia, ese que si lo dejas caer, parece que genera una especie de pantalla protectora entre el público y la misma dandi.
─ Miguel Molina Alarcón: Foto 2. No hay detalle ni postura que yo encuentre muy difícil cuando pienso de los hombres sus manejos imitar. Colocándome el monóculo y cruzándome las piernas, al más listo se la pego sin que dé con la verdad. Y si no, séame usted franco. ¿No estaría usted conmigo sosteniendo media hora una gran conversación sin la más leve sospecha de que fuese usted engañado? Mientras yo no le dejase mirar mucho al pantalón...
[Continúa música]
─ Gloria G. Durán: En la tercera fotografía le ha dado la vuelta a la silla y nuestro caballerete señorita dandificado a horcajadas con el respaldo soportando sus dos brazos. En uno de ellos lleva un cigarrillo y nos mira con la cara ladeada, como un poquito chulesca.
─ Miguel Molina Alarcón: Foto 3. Si fumase un cigarrillo, me parece que lo hago sujetándose a las reglas del más hábil fumador, pues sé tragarme el humo devolverlo en espirales y escupir por el colmillo sin maldita la aprensión. Sé montar en bicicleta, sé tirar una pistola, sé guiar un automóvil, sé vestir y montar. No hay detalle que yo ignore de manejo masculino. Hasta aquello más difícil suelo hacerlo siempre igual.
[Anuncio: No consiste más que en un monóculo sin cristal. Monóculo sin cristal, con el cual yo veo las cosas de relieve bien anotando todo lo que tienen de extraordinario. Monóculo sin cristal es la obsesión de mi servidumbre, porque no comprende cómo se puede usar durante el trabajo. Para los salones, tengo como invención de última hora, el monóculo de nuevo rico. Monóculo de nuevo rico, que brilla bajo la luz espléndida de las arañas y que le da a uno un tono de varón. De varón de algo. Con estos dos elementos sencillos, voy siguiendo la ruta de las cosas. También dependen mis observaciones de cómo observo vis a vis la realidad de la vida. Por ejemplo, mis observaciones del corral. Yo sé hacer el canto del gallo, que es una cosa que casi todo el mundo sabe, pero estas otras cosas más sencillas del corral. Por ejemplo, este despertar en la tarde caliginosa de todo el gallinero.
(Imita sonidos de gallinas)
Esta cosa lenta.
(Imita sonidos de gallinas)
Esos gritos de locura que brotan del corral caliente por agosto.
(Imita sonidos de gallinas)
Son alborozo de todo el pueblo. Son la rabia con que se señala toda la dimensión del paisaje. Todas estas observaciones de realidad unidas a mi monóculo sin cristal dan la base sincera de mi especie.]
─ Miguel Molina Alarcón: Bueno, escuchando a la mujer galante, pues me ha hecho pensar algo inverosímil, en la cual la mujer galante sin la galantería, ellos fueron primero. Ellas fueron, a través de la mujer galante, primero fueron dandi u ellos vinieron después. Esa paradoja es extraña. No tanto que ellas copiaron a ellos, sino fueron ellos que copiaron a las mujeres galantes que ya da de sí a la mujer dandi.
─ Gloria G. Durán: Y acuérdate, Miguel, que cuando yo te dije. “Ay, ya lo he encontrado”. Porque mi libro clave para la tesis fue “El aristócrata como artista”, que es un estudio del Honnête Homme del siglo XVII y del dandi del siglo XIX y efectivamente, el hombre honesto, la mujer honesta, el Honnête Homme son el origen de todo el sistema. Realmente, esta tipología social surge en los contextos de los salones. Por lo tanto, los contextos de los salones, que eran contextos femeninos y feminizados, con usos de relaciones muy femeninas, es el origen para que se reinvente en el siglo XIX la figura del dandi. Por lo tanto, el origen de todo este sistema que sería galantería siglo XVIII, dandismo siglo XIX, sicalipsis siglo XX, el origen son las mismísimas mujeres. Ten en cuenta que esto arrancamos en el siglo XVII, pero se hace más patente en el siglo XVIII, es el siglo del amor teatralizado, de lo que hablamos al principio: de lo velado, de ese ars amatoria. Es un amor exagerado y vivido a ojos del gran público mundano. Un amor en el que prima el deseo, la insinuación y la coquetería al difrute carnal, y que siempre juega con los dobles sentido de la peor doble intención, como el cuplé.
[Música:
Fui la otra mañana a comprarme guantes en una lujosa y fina guantería
Vino el dependiente, mozo muy galante, y sirvióme al punto lo que yo quería
Al ir yo a probarme, me dijo el mancebo: Déjeme, señora, yo se lo pondré
Y un tanto azorado, empezó a meterlo, y al verle nervioso, así le exclamé
Poco a poco, por favor]
─ Gloria G. Durán: Un amor en el que sus protagonistas contemplan la enfermedad de la sífilis, por ejemplo, el mal de Venus (que podía estar en el origen de esa S de Sicalipsis), como un síntoma de elegancia y saber estar. Esa especie de cadencia que luego retoman los escritores decadentes, esa languidez, esa delgadez, esas ojeras. En fin, que el siglo XIX y luego el XX retoman esos síntomas tanto de belleza y de relaciones más o menos fingidas que se originan en un mundo de mujeres, de mujeres galantes, por eso, la palabra galante, galantería está circunvalando todo el sistema de la Sicalipsis, de la literatura sicalíptica y de los cuplés. De hecho, estos lugares donde socializarse galantemente son lugares en los que uno había de ser un poco dandi. Andar con distinción, bailar con soltura y facilidad, moverse con lentitud y con comedimiento, conversar con acidez e inteligencia y por encima de todo, saber flirtear con aplomo, preparando el camino hacia el contacto amoroso.
[Hoy está usted más hermosa que nunca
¿De veras? No puedo cantar si no tomo un poco de champán
Deliciosa, deliciosa.
No hay vino para mí, como el champán licor.
Al recuerdo de aquellas mujeres que un día supieron conmover con la magia breve del cuplé, sea el homenaje de este mosaico de canciones famosas recogidas en una historia inventada que pudo ser real.]
─ Miguel Molina Alarcón: Entonces, ¿cómo sería un decálogo en dandi y su cuplé sicalítipco que lo demuestra?
─ Miguel Molina Alarcón: Uno: Insumisión y desobediencia y rebeldía.
[Conchita Piquer. Se dice, EMI Music Spain (1933)]
Que digan lo que quieran a mí qué más me da
Pues hace un rato largo que yo me convencí
Que el mundo entero es un patio de vecindad
Y hay que tomarlo así, da esa casualidad
Hay que tomar el mundo a broma
Viva el amor
Por un capricho de la vida si es menester
La vida es así
¿Qué le vas a hacer?
─ Miguel Molina Alarcón: Dos: Individualismo, orgullo, egolatría.
[Canción Lu Chamorro. La indiferente]
Critícame con saña, mucha gente por ser una criatura indiferente y dice que algo más, me da igual. Que yo podría estar como quisiera con una fortuna de primera. Si fuese más formal. Me da igual. Y no cambio de ideal porque soy de este modo y absolutamente todo me da igual. Y no cambio de ideal porque soy de este modo y absolutamente todo me da igual.]
─ Miguel Molina Alarcón: Tres: frialdad, displicencia, abulia.
[Canción Raquel Meller. Flor del mal, Odeón (1926)]
Que por mi eterna tristeza
Y por mi signo fatal
Era una flor sin aroma,
Flor del mal.
─ Miguel Molina Alarcón: Cuatro: Exaltación de la propia apariencia y elegancia externa.
[Canción Mercedes Serós. La chica del 17 (1926)]
La Chica del 17 lleva zapatos de tafilete
Sombrero de gran copete y abrigo de pedigrí
Los guantes de cabritilla, medias de seda con espiguilla
Y viste, la chiquilla, como en París
Por eso, a las vecinas las da por murmurar
Y, al verla tan compuesta, le dicen al pasar:
¿En qué se mete la chica del 17?
¿De dónde saca pa' tanto? ¡Cómo destaca!
Pero ella dice, al verlas en ese plan:
"La que quiera coger peces, que se acuerde del refrán".
─ Miguel Molina Alarcón: Cinco: ociosidad, munificencia, dilapidación.
[Canción Carmen Flores. La de Magilón]
Servidora de ustedes es Vicky Fernández,
Esposa de Don Pedro Gómez de Mogollón.
Hace unos años, pobre como una jornalera,
Yo
En un taller de cueros, cuando empezó la guerra,
Estábamos ganando un modesto jornal,
Y luego aprovechamos de tal modo y manera,
Que en cueros hemos hecho todo este capital.
Sí, señores, sí: la exportación nos ha hecho ricos.
Y hoy cuando pasa Romanones por mi lado,
No le doy una limosna por no armar un escándalo.
¿Se han fijado ustedes que elegancia, qué combinación de colores y qué riqueza?
Suerte que si una, como decía yo antes,
Como digo yo ahora,
Mi marido me ha puesto cinco profesores de idiomas y otro de ilustración artística. Y hoy en cultura me río yo de Benavente, Casal y Torres-Quevedo. Lo mío es francés. Toco la marcha real a cuatro manos. Lo mismo distingo un lienzo de Schopenhauer que una melodía de Francos Rodríguez. Me regaló ayer mi marido este collar y esta cadena.]
─ Miguel Molina Alarcón: Seis: originalidad, ingenio, sarcasmo.
[Canción La Argentinita. Soy Mujer (Serie Rarezas), La voz de su amo (1935)]
A mí no me gusta la actual moda exigua. Yo no soy garçonna, yo no uso melena. Yo tengo una mata de pelo muy buena. Yo no gasto falda corta en el vestido. Yo guardo las piernas para mi marido. Yo no bailo el Shivi, yo no bailo el Trot y fumar... Qué asco. Me da mucha tos. Humo en mi nariz, nunca podréis ver. Soy una infeliz. Pero soy mujer. Pero soy mujer.]
─ Miguel Molina Alarcón: Siete: Soltería y desinterés por el amor.
[Canción Carmen Flores. Guasa Viva (Serie Rarezas), La voz de su amo (1920)]
Cuando un mocito viene a pretenderme en tomarle el pelo suelo entretenerme.
Tras darse cuenta de esta guasa mía, lleno de coraje, sale en estampía.
Eso está muy mal. Ya lo sé. Pero me es igual.
Si alguno me dice que se está muriendo por mi personilla,
Yo con mucha guasa le digo riendo: “Que te den morcilla”.
Y si se molestan, ellos pierden más. Piden por arriba, piden por abajo, piden por detrás.
Bueno, a mi madre pesa el agüero de decir:
Chiquilla, mira que esto va a ser mucha guasa, me parece que te vas a quedar pa vestir santos.
Pero es lo que yo digo: ¿Qué es el matrimonio? Ná, una pura guasa. Bueno y si encima te la dijo un marido borracho y un chiquillo, menuda guasa tiene la cosa. Vamos, hombre. Que no me caso. Primero me hago bolchevique.
Guasa viva, vaya guasa. Cómo me chuleo de todo lo que pasa. Y nadie se extrañe que yo saliera tan chirigotera. Ya lo dijo mi madre cuando me parió: y si me utilizan, mejor que mejor]
─ Miguel Molina Alarcón: Ocho: Androginia, autonomía, garçon.
[Canción Blanquita Suárez. Soy la garçonne, Odeón (1927)]ç
Soy la garçonne con con
Con el pelo "cortao"
Soy la garçonne con con
Con el pelo "ondulao"
Soy una niña bien
Bien bien bien bien
Soy una mujer chic
Chic chic chic chic
Y parece mi cara talmente de biscuit
Y parece mi cara talmente de biscuit.
─ Miguel Molina Alarcón: Nueve: esplín, ennui, o vulgar aburrimiento. Suicidio.
[Carmen Flores. El Suicidio de la Balbina (Serie Rarezas), La voz de su amo (1919)]
Y como yo no puedo soportar este desprecio del adulterio
Y como la nula astenia invita al suicidio,
acabo de tomarme veinte pastillas de sublimao
pa ver si reviento de una vez y... Colón 34
Ya ma dao, ya ma dao, la punza del sublimao.
Ay, ay, ay. Balbina la ha endiñado.
Por eso vengo a despedirme de todos mis conocimientos.
─ Miguel Molina Alarcón: Diez: Autonomía e independencia.
[Canción Carmen Flores. La Cencerro (Serie Rarezas), La voz de su amo (1920)]
Un gitano más feo que el hambre de mí se prendó.
Pero a mí, como no me gustaba, le dije que no.
Con una mocita el ser despreciao
Fue diciendo enseguida a todo el mundo que yo estaba loca de mucho cuidado.
Y luego el muy perro me puso de mote Puri la Cencerro. Maldita.
Como llegue a encontrármelo un día, le pongo la cara como una..
Bueno, ya lo saben ustedes que yo estoy loca perdida.
Loca por haber despreciado a un hombre.
Mira que apañadas estaríamos las mujeres si tuviéramos que hacerle caso a todo el que llega. Porque hay cada tío que le pone a una los pelos de punta de pensar en el coloquio íntimo.
Pero ná, tiene una que decirle que sí o si no, se expone una a la crítica. Buenos están todos.
Dice el mundo que estoy loca,
Que no tengo corazón.
Pero yo soy muy segura.
Que a pesar de mi locura.
No me falta la razón.
Por querérselas ya de gracioso, me dijo un cañí que el jarabe de palo sería muy bueno pa mí. Pero yo que soy muy guasoncilla, le dije a este tipo tan desvergonzado...
Radio Sicalipsis. Un equlibrio inverosímil
[Bad Gyal. Zorra, UMG Recordings (2019)]
Tú la jodiste con toda' nosotra'
Pensaba' que no no' lo diríamo' unas a otra'
No' llamas a to'as a diferentes hora'
Pensaba' que saldría bien, jodiste con to'as
Tu madre me llama y me dice que 'toy loca
Tu hijo es una zorra y eso es lo que le toca
Tú no puede' pasar por nuestro corner
Porque tú sabes que te vas sin Jordan
Te has chinga'o a cada una de nosotra'
Y ahora queremo' matarte to'as
El otro día tú me llamaba'
Decía' que extrañaba' cómo te tocaba.
─ Miguel Molina Alarcón: Continuando con estas relaciones inverosímiles, Gloria una vez me hablaba de los anillacos de los dandis, de las cupletistas, de las trap...
─ Gloria G. Durán: De las reinas.
─ Miguel Molina Alarcón: De las reinas, de las divas. Y, es curioso porque, mirando los anillos, hay todo un simbolismo para cada anillo. De hecho, se llama alianza. Y cada anillo tiene una alianza con una significación, pero siempre buscaba todos los anillos en todos los dedos. Es que no quieren vincularse sentimentalmente de forma permanente con nadie. Es decir, que le gusta el flirteo o cambiar. Entonces, podía ser muy dandi. Recordabas tú que Lorraine llevaba una sortija en cada una. Las cupletistas y luego ahora en el trap. Y quería un poco preguntarte cómo esa conexión inverosímil que has creado, que tan importante ha sido para ti. Esa conexión, con el pasado y el presente.
─ Gloria G. Durán: Bueno, efectivamente, yo siempre he tenido como mucha obsesión porque con nuestra colección de postales de cupletistas, hay muchísimas que ya se aparecen con los diez anillos. Y de hecho yo cada vez que he querido disfrazarme de cupletista, lo más importante para mí era llevar los diez anillos. Luego, empecé a pasear por el Prado y empecé a ver que hay muchos cuadros de grandes mandatarias que tienen todos los anillos. Pero cuál fue mi sorpresa cuando retomo lecturas en dandi y veo que, en todas las imágenes de Jean Lorraine, tiene diez anillos, iba con los diez anillos en las manos y que muchos textos de este último libro de Álvaro Quiñones, se refiere muchas veces a anillos que llevan muchos dandis. Además, muchas veces encima de los guantes de cuero que tan característicos son en esa construcción del dandi. Pero claro, nunca me imaginé que encima de esos guantes de piel delicada, probablemente amarillos (como ese libro de Luis Antonio Villena. Corsarios de Guanto Amarillo) llevasen diez anillos. Luego he visto un montón de ilustraciones de Sacha, llenos de cortesanas con los diez anillos. Entonces, hay como una simbología que de algún modo veo replicada en esas manos tan elaboradas de pues de las traperas.
[La Zowi. Filet Mignon, La Vendición (2020)]
A tu puta todo el mundo le dió
Voy con una puta, Celine Dion
Tamo' comiendo Filet Mignon
Moviendo el culo en mi habitación
Toy' comiendo percebe'.
─ Gloria G. Durán: Y de hecho el otro día preparando lo de La Fornarina, en una entrevista que le hacen a ella en 1913, dice que cuando va a devolver esas prendas que ella ha lavado en el río Manzanares y ha remendado y cosido de la Guardia Civil, cuando va a llevarlos la garita de la Guardia Civil estaba en la calle Alcalá enfrente del Salón Japonés y todas las cupletistas, ella dice, va al salón japonés, y las cupletistas con sus sombreros empenachados de plumas y los dedos cuajados de sortijas. Entonces, hay una especie de elemento de unión entre los dandis y las cupletistas una vez más con esa simbología del flirteo con todas las manos llenas de anillos.
─ Miguel Molina Alarcón: Y con la función, porque estás hablando de la Fornarina cuando era la lavandera. Entonces, como ella lavando las manos, el trabajo, cómo veía esa otra forma de usar las manos, sin usar en el trabajo. La asociabas con una trapera también.
─ Gloria G. Durán: Sí, como Bad Gyal, que, en una entrevista que le hace Ernesto Castro, dice esto:
[Ernesto Castro: ¿Cuáles son los pros y las contras de tener las uñas tan largas como las tienes tú?
Bad Gyal: Para mí, poder llevar las uñas tan largas también es un símbolo de que no tengo que usar las manos. Cuando yo trabajaba, no podía llevar estas uñas. Me podía hacer las uñas, pero no las podía llevar tan largas. Entonces, también, cuando la gente me pregunta. ¿Cómo haces, cómo haces, cómo haces? Yo no tengo que usar las manos. Mi trabajo no es un trabajo manual. Yo soy artista y me dedico a cantar y al final, necesito las manos en mi día a día, pero no hago esfuerzos con la mano. Entonces, es como: si puedo llevar las uñas largas, en realidad es que no tengo que estar constantemente usando las manos para trabajar. También, es en parte un poco eso.]
[Canción Samantha Hudson. Burguesa Arruinada, Pizza Dos (2021)]
Voy con tacones a comprar pan Bimbo
Y nadie lo sabe, pero son del chino
Todas mis joyas son del Eroski
Pero voy diciendo que son Swarovski
Mi maquillaje es de droguería
Pero si me preguntas diré que es mentira
Y puede que no tenga un Fiat 500
Pero tengo las llaves, que ya dan el pego.
¿Vamos al Capuchino a tomar un Nespresso?
No, tía, con los paparazzi me estreso
Jo, tía. Ya no hacemos planes chulos, ¿no serás de...?
¡No! ¿De clase obrera? ¡Ni muerta!
Porque soy una burguesa arruinada
Porque soy una burguesa arruinada
Porque soy una burguesa arruinada
Y me he gastado todo en el bingo
Porque soy una burguesa arruinada
Porque soy una burguesa arruinada
Porque soy una burguesa arruinada
Y me he gastado todo en el bingo.
─ Gloria G. Durán: Creo que ya está demostrado. Las sicalípticas podrían ser, quizá son, sin más, potencialmente dandis. Y no solo dandis, sino que heroínas de la modernidad. Y no lo digo yo, sino que lo dijeron los Hermanos Quintero.
─ Miguel Molina Alarcón: Con este título denomina al artista de varietés. ¿Y por qué no de variedades? Por no hallar en castellano palabra que resuma y compendie de modo expresivo la multiforme diversidad de matices de esta mariposa de colores de un arte moderno que hoy vuela triunfadora por todos nuestros escenarios. Artistas que no es bailadera de café cantante ni bailarina de zarzuela o de ópera, que no es tampoco cantaora del flamenco ni tiple por lo fino. Y que, sin embargo, y, en general, algo tiene de estas y de aquellas revuelto y fundido con algo también original y propio. Flor de nuestra vida actual, ha merecido la estrella del género ínfimo la atención de todos. Cultos e incultos, refinados y vulgares. Apasionados e indiferentes. La más anónima la festeja, la aplaude y la exclama, convirtiéndola en ídolo de unas horas. La prensa da la estampa. Gran profusión de retratos suyos, colmándola de lo más lisonjeros elogios. Los poetas la cantan con fervor y entusiasmo. Los pintores la pintan con deleitosa complacencia. Es propiamente una heroína de estos tiempos. Una heroína de estos tiempos.
Sicalipsis
[ROSALÍA. Saoko, Universal (2022)]
Chica, ¿qué dices?
Saoko, papi, saoko
Saoko, papi, saoko
Chica, ¿qué dices?
Saoko, papi, saoko
Saoko, papi, saoko
Saoko, papi, saoko-ko
Cuando pone' perla' en el collar de Vivienne
E' diferente, ya no son perla', uh, no.
─ Gloria G. Durán: Mucho tiempo antes de que los Hermanos Quintero firmasen este texto, en 1915 fue firmado a mitad del siglo XIX otro señor que se llamó Charles Baudelaire, escribió un texto importante para el dandismo "El pintor de la vida moderna". ¿Y que decía en el pintor de la vida moderna? En él decía que “CG”, que era para él este pintor de la vida moderna, era el único capaz de dar cuenta de lo eterno que hay en lo transitorio. Esto es de la belleza de la modernidad. ¿Y qué es para él la modernidad? Para él, la modernidad es la actitud de la modernidad. ¿Y cuál es esa actitud? Según el mismísimo Foucault, esa actitud es el dandi, es hacerse yo como arte. Hacerse cosa. Convertirse en mercancía y vendedor en un solo ser, como las cupletistas. Es, además, ser soberano y hacedor de tus propias costumbres. Para Baudelaire el señor Constantin Guys era un héroe de los tiempos modernos, un verdadero dandi. Para los Quintero, las estrellas del género ínfimo, las cupletistas, o reina de los varietés, son las heroínas de los tiempos modernos. ¿Podremos pensarlas también como dandis en tiempos de miseria? Sin dudar ni un momento afirmo que sí. No sólo supieron construirse a contracorriente de una asfixiante norma impuesta al género femenio en esta civilización nuestra tan dada a la contención, sino que además fueron capaces de desdibujarse y lograr el gran anhelo Baudelairiano: esos límites difusos tan importantes y tan queridos. Serán como peces que no se dejarán jamás atrapar. Ellas y el mismo cuplé no han recibido ni podrán recibir nunca una definición estanca, como el dandismo.
[ROSALÍA. Saoko, Universal (2022)]
Como un pavo real, bebé (pu-pu-pu-pu)
La cerilla al quemar, bebé (pu-pu-pu-pu)
Tu cara, tu mirá', bebé (pu-pu-pu-pu)
Si te vuelvo a besar, bebé]
─ Gloria G. Durán: Miguel, yo creo que vamos terminando y a mí, ¿sabes cómo me gustaría terminar? Imaginándome en una nave espacial con David Bowie cuando dice: “Ground control to Mayor Tom”. Ya vamos tú y yo con David Bowie en una nave espacial, atravesando una constelación de estrellas del cuplé.
─ Miguel Molina Alarcón: E incluso, a los demás invitamos a esta nace y a ver quién es capaz de llegar hasta el final. Reto radiofónico al radioyente que si es capaz de atravesar, a través de la escucha de todas estas estrellas, dandis cupletistas y sicalípticas.
─ Gloria G. Durán: A través de las ondas.
─ Miguel Molina Alarcón: Yo voy a decir una cosa. Normalmente, en un programa uno se despide. Y aquí realmente uno no se despide. Es que nos acompañáis en este viaje a la constelación. Entonces, no sabemos cuándo se acabará. Entonces, también es precioso en esta constelación de estrellas.
─ Gloria G. Durán: Claro, esto es infinito.
─ Miguel Molina Alarcón: No sabemos el límite, como tampoco sabemos del universo donde acaba. Así que invitamos a viajar con nosotros.
─ Gloria G. Durán: Tampoco sabemos si estamos solos en la galaxia o acompañados.
─ Miguel Molina Alarcón: Bueno, pues atreveros y vamos a...
─ Gloria G. Durán: Vamos allá, empezamos nuestro viaje.
─ Gloria G. Durán y Miguel Molina Alarcón: [Nombres de cupletistas españolas]
Capítulo 2, parte 1: De la nebulosa a la voluptuosa I
Canal Procesos. Radio Sicalipsis. Punto intermedio entre lo moral artístico y el desenfado sin arte. Sin ser los primeros, en absoluto, y no llegar al desprecio de aquellos con gusto estragado. Radio Sicalipsis. Un equilibrio inverosímil.
─ ¿Dónde está? ¡Conteste!
─ Sí, Capitán.
─ Preséntese en el asentamiento dentro de diez minutos. Vamos a evacuar a los colonos a la base estelar veintisiete.
─ No. Me parece que no.
─ Que le parece que no, ¿qué?
─ En este programa: de la nebulosa a la voluptuosa. Una misión pedagógico-futurista en defensa de la sicalipsis. Space is the Place.
─ Sabes que puedo decirte exactamente por qué aparecen en el cielo, pero para mí, estudiar su belleza, siempre había sido imposible.
De la nebulosa a la voluptuosa. Space is the Place ─ Space is the Place ─ Space is the place. Space is the Place.
─ Ante la llamada de alerta surgida de una fuente desconocida cuyos mensajes se hacen indescifrables, los comandantes David Bowie y Miguel Molina Alarcón deciden quedarse en la base de control del planeta Tierra. Fuerzas desconocidas están alterando el campo electromagnético del paralelo galáctico.
─ Nuestra nave SICALIPSIS 12, con Tais Bielsa Rey y Gloria G. Durán, como nuevos vedettes and commanders, tras recorrer en misión de reconocimiento la extensa constelación de estrellas de las variettés, se disponen a aventurarse a la galaxia con el objetivo de fortalecer y preservar la sicalipsis, el equilibrio inverosímil del universo y la indefinición total ante esa amenaza sin nombre.
─ Conducen la nave SICALIPSIS 12, cual guardianes de los límites difusos y el resplandor de lo infraleve universal.
─ ¡Comandante Durán! Ponga rumbo a Saturno.
─ A sus órdenes.
─ ¡Ignición!
[Brion Gysin. I Am That I Am, Giorno Poetry Systems (1972)]
─ Gloria G. Durán: Yo soy lo que soy, I am what I am, no me importa, I don't care, como Eva Tanguay, pero mi nombre es Gloria G. Durán. La “G”, señores, no se confundan, es de Grande, a veces de Gaynor, pero nunca de González. Soy artista, investigadora y vedette and commander junto a Tais Bielsa Rey, en la nave Sicalipsis 12 que navega por las ondas de una galaxia paralela, manteniéndonos por fin y para siempre en el equilibrio inverosímil.
─ Tais Bielsa Rey: Hola, soy a Tais Bielsa Rey, vedette and commander de la nave Sicalipsis 12, artista audiovisual. Hago películas y sonidos. La nave ha tomado un viraje inesperado y nos dirigimos a nuevas e inexploradas latitudes.
─ Gloria G. Durán: Nuestro navegador de psicogeografía espacial pone rumbo hacia el paralelo galáctico latitud 41º 22” 34´.
─ Tais Bielsa Rey: Esa fue precisamente la latitud terrestre que eligieron para trazar el paralelo para nosotros que ya no habitamos esta tierra. Tal latitud, traducida a la galaxia infinita, nos servirá para evitar largos comentarios textuales que nos atraparon en el pasado remoto en el verborreico agujero negro o de las derivas epistemológicas del arte procesual, el arte conceptual, el arte sonoro, la poesía sonora y demás estéticas afines.
─ Gloria G. Durán: Vamos a hacer un viraje radical.
─ Tais Bielsa Rey: Necesitamos un poco de sicalipsis disco para alimentar el motor la nave. ¡Ignición! ¡Ignición! ¡Ignición!
[Gloria Gaynor. I Am What I Am, Silver Blue Productions (1984)]
─ Gloria G. Durán: Orbitando alrededor de Saturno ─Cronos para los amigos─ nos deshacemos del corsé del continuo espacio-tiempo.
─ Tais Bielsa Rey: Abrimos un marco de temporalidad líquida que nos permitirá viajar con libertad entre distintas épocas, olvidándonos de la cronología y las leyes físicas.
─ Gloria G. Durán: Su embajador, Sun Ra, nos recibe amablemente y nos invita a una red saturnal en la que hacemos acopio de taquiones, esas simpáticas partículas que nos ayudaran a alterar el flujo temporal.
─ Tais Bielsa Rey: Sun Ra visitó el planeta tierra para, según él, el cumplimiento de la misión de salvar a la humanidad mediante la música. No concluyó su cometido, pero logró afirmar con total rotundidad: Space is the Place.
[Sun Ra. Space Is The Place, Blue Thumb Records (1973)]
─ Tais Bielsa Rey: De repente, una lluvia de asteroides rodea nuestra nave. Grandes rocas ─rock─, taquiones y LSD; LSD y taquiones. Syd Barrett en la playa, en la rivera saturnal con Brian Wilson.
[Pink Floyd. Astronomy Domine, Columbia/EMI (1967)]
─ Gloria G. Durán: Lima y verde límpido, una segunda escena; o la lucha entre el azul ─que una vez conociste─. Flotando hacia abajo el sonido resuena alrededor de las heladas aguas subterráneas. Júpiter y Saturno, Oberón, Miranda y Titania, Neptuno, Titán. Las estrellas pueden asustar. Letreros cegadores ¡colgajo! Parpadeo, parpadeo, parpadeo, blam, pow, pow. Susto de escalera, Dan Dare, ¿quién está allí? Lima y verde límpido, los sonidos alrededor. Las aguas heladas debajo. Lima y verde límpido, los sonidos alrededor. Las heladas aguas subterráneas.
[Pink Floyd. Astronomy Domine, Columbia/EMI (1967)]
[Frank Zappa. Bolero, Barking Pumpkin (1991)]
─ Gloria G. Durán: Nuestra estancia en Saturno nos ha sumido en una profunda melancolía. Nuestra nave funciona en conexión a nuestras más profundas emociones. Hemos de conseguir la energía necesaria, por tanto, decidimos aterrizar en la estación de servicio Zappa. Han oído bien: Frank Zappa. Allí, los precios del gas hidrógeno se mantienen, pese a la inacción del gobierno terrícola.
─ Hoy, en gasolineras Zappa, hidrógeno a 3,70.
─ Gloria G. Durán: ¡Frank! Lleno, por favor.
[Fragmento de entrevista con Frank Zappa]
─ Tais Bielsa Rey: "Algunos científicos argumentan que, debido a su abundancia, el hidrógeno es el bloque básico con el que el universo está construido. Pienso que hay mucha más estupidez que hidrógeno, y que, por lo tanto, la estupidez es el bloque básico con el que el universo está construido". (Frank Zappa)
─ Gloria G. Durán: "Deseo vivamente que no haya ningún malentendido respecto al tema de esta obra. Representa una experiencia en la dirección muy especial y limitada, y no hay que pensar que la pieza busca conseguir otra cosa de la que se espera. Antes de la primera ejecución hice aparecer un anuncio en el que se decía que yo, Maurice Ravel, había escrito una pieza que duraba diecisiete minutos, y que consistía enteramente en un entretejido orquestal sin música en un largo crescendo muy profundo. No hay contraste, no hay prácticamente invención, excepto en el modo de ejecución. Los temas son absolutamente impersonales: melodías populares árabes, españolas, de lo más típico. Y, aunque se haya pretendido lo contrario, la escritura orquestal es simple y es directa, sin ningún asomo de virtuosismo. Esta puede ser la razón de que no haya un solo compositor al que le guste mi bolero. Y, desde su punto de vista, tienen razón. He hecho exactamente lo que me ha dado la gana, esto es, lo que yo quería, y depende de los oyentes tomarlo o dejarlo". (Maurice Ravel, 1931)
─ Tais Bielsa Rey: El Bolero de Ravel, dedicado a la bailarina Ida Rubinstein, podría ser una trapera o ese cuerpo ondulante, picante sensualidad y suntuosa puesta en escena, como ese cuerpo de Tórtola Valencia de larguísimos brazos y ritmo de espirales, de arte decadente, mutante, motomami antes que motomami. Sucede, dijo, que yo vivo más allá de mi época. Tórtola Valencia e Ida Rubinstein: sensualismo aristocrático, diosa de un extraño credo, entre dandis y anacoretas, adoradoras de las mil y unas noches, como el sumo pontífice de la sicalipsis, Álvaro Retana, eternamente sensual, eternamente pospuesto, eternamente galáctico y sicalíptico. El Bolero de Ravel era, en realidad, un fandango, y el fandango fue muy popular, tanto, que llegó a nuestra galaxia gracias a Wendy Carlos. Wendy Carlos, Walter Carlos, trans Carlos. Wendy Carlos, protoqueer, que le dio su forma galante, sicalíptica y rococó.
[Wendy Carlos. Brandenburg Concerto No. 4 in G major, BWV 1049, 1. Allegro (Synthesized), CBS/Sony (1980)]
─ Gloria G. Durán: Wendy Carlos, pionera en el ámbito de la música electrónica, así como en la visibilización y defensa de las personas trans.
─ Para Wendy Carlos, transexual es una persona nacida con características físicas de un género que se identifica con el género opuesto, y completa esa identificación mediante la operación de cambio de sexo.
─ Gloria G. Durán: La palabra transgénero la define mejor que transexual, ya que la sexualidad per se es solo un factor en el espectro de sentimientos.
─ Sus terrores eran reales. Que sus padres dejaran de quererla si se comportaba como la mujer que ella sentía que era.
─ Gloria G. Durán: Se paralizaba de terror con solo pensar que si comprendían su condición pudieran rechazarla.
─ Las confesiones que Wendy brindó valientemente a Playboy, merecían una devolución de similar nobleza, pero no fue así…
[J.S. Bach, Wendy Carlos. Brandenburg Concerto No. 4 in G major, BWV 1049, 1. Allegro (Synthesized), CBS/Sony (1980)]
[NASA. Spooky Space Sounds (2017)]
─ Gloria G. Durán: Comandante Bielsa, la desviación magnética nos lleva a un agujero de gusano de alta densidad. Nos exponemos peligrosamente a un proceso de descomposición intrascendencia. ¡Bielsa! ¡Bielsa! Nebulosa cósmica de combustión radical.
[Derrick Leather, Jim Shields y Bill Rowe. Alien BSO, 20th Century Records (1979)]
[Alice Coltrane. Andromeda's Suffering, UMG Recordings (1972)]
─ Tais Bielsa Rey: Comandante Durán, atravesamos una turbulencia en el espacio tiempo.
[Bart Howard, Frank Sinatra. Fly Me To The Moon, Reprise Records (1964)]
─ Gloria G. Durán: Comandante, nos vemos obligados a parar. Estamos perdiendo el paralelo 41º 22” 34´. La misión sicaliptica se desvía de su inverosímil equilibrio, requerimos reorientación.
─ Tais Bielsa Rey: ¡Mierda! El agujero aparece identificado como Alice in Borderland. No salimos del sufrimiento de Andrómeda y nos metemos de lleno en un agujero de gusanos. Esta misión está maldita. Comandante Durán, fijemos rumbo hacia las puertas de Tannhäuser. La nave está dañada, debemos reparar el rotor de cola. Detecto en el radar un planeta cercano, el planeta Retro. Sus habitantes cultivan el posthumanismo electrónico, son pacíficos, aunque algo me da… Conozco un taller en ese planeta ¡Aterricemos!
─ Gloria G. Durán: ¡Estupendo! En la Guía del Autoestopista Galáctico señalan que en la capital Retrógrado aún quedan rastros, aunque leves, de malicia sexual y picardía erótica. Quizás no estemos tan mal orientados. Recuerda lo que el gato le contestó a Alicia cuando buscaba definir y cerrar su rumbo:
─ Alicia le dijo: "Podrías decirme, por favor, ¿qué camino debo salir para salir de aquí?"
─ "Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar".
─ "No me importa mucho el sitio".
─ Entonces, tampoco importa mucho el camino que tomes.
─ Gloria G. Durán: Nebulosa sorteada, comandante Bielsa, ¡choca esos cinco!
─ Tais Bielsa Rey: Activando Machine Learning. Calculando nuevo rumbo emocional a Retrógrado. Cargando algoritmos de melancolía infinita.
─ Gloria Swanson.
─ Cargando...
─ Raquel Meller.
─ Cargando...
─ Billie Holiday.
─ Cargando...
─ Carmen Flores.
─ Cargando...
─ Janis Joplin.
─ Cargando...
─ Marilyn Monroe.
─ Cargando...
─ La Chelito.
─ Cargando...
─ Judy Garland
─ Cargando...
─ La Fornarina
─ Cargando...
─ Bessie Smith
─ Cargando...
─ Verónica Lake
─ Cargando...
─ Sister Rosetta Tharpe
─ Cargando...
─ Matahari
─ Cargando...
─ Tórtola Valencia
─ Cargando...
─ Ida Rubinstein
─ Cargando...
─ Sarah Bernhardt
─ Cargando...
─ Isadora Duncan
─ Cargando..
─ (…)
─ Tais Bielsa Rey: Compilando datos de la interface de aterrizaje.
─ Gloria G. Durán: Desplegando tren de aterrizaje ¡Retrógrado!
─ Tais Bielsa Rey: ¡Allá vamos!
[Nina Simone. Stars, Verve Records (1987)]
Capítulo 2, parte 2: De la nebulosa a la voluptuosa II
Canal Procesos. Radio Sicalipsis. Punto intermedio entre lo moral artístico y el desenfado sin arte. Sin ser los primeros, en absoluto, y no llegar al desprecio de aquellos con gusto estragado. Radio Sicalipsis, un equilibrio inverosímil.
En este programa: de la nebulosa a la voluptuosa.
[Ciccone Youth. March of the Ciccone Robots, Squeaky Squawk (1988)]
─ ¡Ah! pues en pelota.
─ Una misión pedagógico-futurista en defensa de la sicalipsis.
He oído que era algo parecido.
─ Gloria G. Durán: Nos encontramos en el Garaje Hermético, en el centro de Retrógrado.
─ Tais Bielsa Rey: Moebius, el mecánico, nos trae malas noticias. Después de atravesar el agujero de gusano, nuestra nave la SICALIPSIS 12 ha sufrido grandes daños. Las turbulencias magnéticas de la transición han roto el cigüeñal. El embrague ya solo desembraga a lo Pajares y Esteso y los frenos han sucumbido a la resistencia del flujo transitorio.
─ Gloria G. Durán: Las piezas tardarán en llegar y Moebius nos recomienda un bar, La Taberna Galáctica, en la que reponer fuerzas tomando un mini de Moloka plus y unas banderillas.
─ Tais Bielsa Rey: Antes de salir del taller nos fijamos en la vulgar decoración del garaje, adornado con unos viejos posters de revistas pornográficas alienígenas y un desplegable de Susana Estrada y Sara Montiel.
─ Gloria G. Durán: A Sara Montiel el destape le pareció vulgar y a Umbral, la sicalipsis, pornografía cursi. Ninguno tenía razón.
─ Tais Bielsa Rey: Moebius señala el poster de Susana Estrada y nos confiesa que gracias a su canción espacial conoció a su actual pareja, un modelo de Venus, mecánica de última generación, que se llama Eva 9000.
[Extracto de Susana Estrada, en César Vallejo. Susana y el sexo, RTVE (2021)]
─ "Yo estaba a años luz de lo que estaba pasando aquí, de lo que era esta sociedad española. Yo estaba preparada mentalmente para todo lo que podría ocurrir. Luego ocurrió aún más de lo que yo pensaba".
En Vitoria, en el teatro en el que iba a actuar, tuve una manifestación de feministas en la puerta del teatro llamándome mujer objeto. Si yo no me ponía en una manifestación en primera línea con una pancarta es que yo no era feminista. Era rubia, tonta y no era feminista. Las feministas hacían una labor que era la de salir a la calle, manifestarse, correr delante de los grises, porque las disolvían las manifestaciones. Ellas hacían esa labor. Yo hacía otra. No tiene nada que ver que seas un símbolo sexual y que por ese hecho no puedas ser feminista y luches por los derechos de la mujer. No lo entiendo. En mi cabeza no entra eso".
[Susana Estrada. Espacial, Disco Segreta (2017)]
[Daphne Oram. Snow, Paradigm Discs (2007)
─ Tais Bielsa Rey: El bar está bien, la Moloka plus está bien de precio, pero a mí, esta música me da un poco de bajón.
─ Gloria G. Durán: No sé muy bien a qué te refieres con lo de: esta música…
─ Tais Bielsa Rey: Yo recuerdo un tiempo en que la música la hacía gente, no máquinas.
─ Gloria G. Durán: No te parece un poco reduccionista definir la música como un objeto cerrado. Es imposible, además es inútil.
─ Tais Bielsa Rey: Sí, puede ser. A ver si me explico. A mí me gusta Manuel de Falla y en cambio él mismo aseguraba que creía en la música electrónica, pese a ser un compositor analógico y tradicional ─de alguna manera─. Falla dijo que, si pudiera programar una pianola con hipertonos, lo haría y así eliminaría cualquier interferencia del intérprete, aunque eso de mandar el intérprete me parece un tanto dictatorial, también te digo.
─ Gloria G. Durán: ¡Qué interesante! Me gusta Falla, pero no sabía que había dicho eso. Mira, por otra parte, así hablando de chicas que han hecho electrónica. No sé si conoces a Laurie Spiegel.
[Laurie Spiegel. Appalachian Grove, Laurie Spiegel Publishing (2012)]
─ Tais Bielsa Rey: ¿Laurie Spiegel? ¿la de "Music Mouse"? ¿la de música generativa?
─ Gloria G. Durán: Sí esa. Una yanki que es de Chicago. Pues esta, se hace una especie de entrevista a sí misma y se autopregunta qué es la música electrónica; y lo que dice: es que es un modo de hacer, que no es un estilo, que tampoco es una clase de música como pudiera ser la música que sale de un piano. Simplemente es una forma de hacer sonido. Una manera de hacer.
─ Tais Bielsa Rey: O sea, que, si tú haces música con un computador, el computador es como el piano.
─ Gloria G. Durán: Más o menos.
─ Tais Bielsa Rey: Ya, bueno, lo que pasa es que, a mí, este amor nuestro hacia la máquina pensante me parece que nos hace más imbéciles, más acomplejados. En realidad, a mí me gusta la electrónica. Lo que no soporto es la electrónica que se camufla de humano. Los hologramas de Frank Sinatra de gira por la galaxia o Madonna 3.0 o María Callas con emociones programadas. O sea, que venga Pasolini y me lo cuente. O la aplicación de Pavarotti coach para adelgazar. O sea, Pavarotti coach para adelgazar. Eso me parece una puta mierda.
─ Gloria G. Durán: Querido comandante, yo creo que se te está yendo completamente la pinza. No sé si la Moloka esta te está sentando bien.
─ Tais Bielsa Rey: Está muy buena.
─ Gloria G. Durán: Yo creo que deberíamos comer algo, ¿tienes hambre?
─ Tais Bielsa Rey: ¿Unos chopitos? ¿Una tapa de chopitos oxigenados?
─ Gloria G. Durán: ¡Venga! A mí me gusta. Volviendo a nuestro debate. Esto que suena es importantísimo. Ha sonado antes Daphne Oram, la de Oramics, que era como increíble, y ahora está sonado Delia Derbyshire, la del Doctor Who. Luego van sonando otras "Ladiophonic Ladies", esas de la Guerra Fría…
[Delia Derbyshire. Doctor Who Original Signature Tune, BBC, under exclusive licence to Silva Screen Records (1963)]
─ Tais Bielsa Rey: La Guerra Fría...Has dicho, doctor ¿qué?
─ Gloria G. Durán: Mira, comandante, sabes perfectamente quién es. No me marees. La cuestión es que la banda sonora del Doctor Quién es brutal y, efectivamente es indefinible, quizás sea sicalíptica precisamente por eso, por su absoluta indefinición.
─ Tais Bielsa Rey: O sea, Doctor Who. Sí, si lo ve mi sobrino. Trescientas temporadas, ¿quién vive trescientas temporadas? La ciencia ficción es que me parece ridícula.
─ Gloria G. Durán: No tienes ni sensibilidad ni gusto ni apertura de mente. Mira, vámonos ya de esta taberna que se te está yendo la pinza y te sientan mal estos chupitos oxigenados. Mira, escucha ahora este theremín. Es casi casi galante. Es una maravilla.
[THEREMATIC (Javier Díez Ena). Exotique Mecanique, Primavera Labels (2021)]
─ Gloria G. Durán: Es increíble, tío.
─ Tais Bielsa Rey: Espera que tengo un mensaje del taller. Ya podemos recoger la nave.
─ Gloria G. Durán: ¡Qué bien! Seguimos misión.
─ Tais Bielsa Rey: A ver, según la hoja de ruta de nuestra misión pedagógica deberíamos estar en el planeta No dentro de cuatro horas.
─ Gloria G. Durán: ¿El planeta No? Qué intensitos estos nihilistas ¿No podemos pasar antes por el planeta Sí? Aunque son muy pesaditos, también.
─ Tais Bielsa Rey: Realmente es la misma constelación. Están al lado. Son como el yin y el yang, pero a los del Sí les gusta dar la nota. Mira, John Cage, por ejemplo, trabaja un minimalismo que él mismo define como zen, creativo, luminoso y abierto, mientras que su némesis Glenn Branca se autodefine como destructivo y oscuro. En realidad, no hay mucha diferencia. Todo es parte de un mismo todo, pero se ponen a parir los unos a los otros... Supongo que ahí está la gracia.
─ Gloria G. Durán: Bueno, como vamos en misión pedagógica, creo que deberíamos ir a los dos. Seguro que ambos necesitan unas pequeñas dosis de sicalipsis, ¿te parece?
─ Tais Bielsa Rey: ¡Venga!
─Gloria G. Durán: Primero podemos ir al planeta Sí, que son así… ¡puf! y luego vamos al planeta No, que son más divertidos, un poquito más macarritas. Y mientras vamos de uno a otro podemos escuchar a un poco de fondo de armario tipo Pierre Henry ¿te parece?
[Pierre Henry. Psychè Rock, UMG (on behalf of Universal Music) (1967)]
─ Tais Bielsa Rey: La nave SICALIPSIS 12 con sus tripulantes Tais Bielsa Rey y Gloria G. Durán se aproxima al planeta Sí. Un atasco galáctico les obliga a parar. Un agente recorre las naves suspendidas en la galaxia Yin Yang.
─ Agente: Buenos días, ¡documentación!
─ Tais Bielsa Rey: Buenos días, ¿documentación? ¿de qué tipo?
─ Agente: Impuesto de circulación zen y carnet de afiliación a la Hermandad del Santísimo Iluminador del Silencio Cronometrado.
─ Tais Bielsa Rey: ¿El 433?
─ Agente: Sí, efectivamente. No se puede circular sin el carnet de afiliado a la jaula.
[Suena de fondo: La Monte Young. Pre-Tortoise Dream Music, La Monte Young (1991)]
Hoy la policía ha acorralado a otro grupo de disidentes. Las autoridades siguen sin poder explicar estos nuevos brotes de desavenencia y traición por parte de esclavos inteligentes, protegidos y bien atendidos.
[John Cage. Six Melodies for violin and harp, UMG (1997)]
─ Gloria G. Durán: ¡Madre mía! la Hermandad del Santísimo Iluminador del Silencio Cronometrado. ¡Dios mío! ahora entiendo lo que leí una vez de Yoko Ono que decía que los colegas de John Cage le llamaban a sus espaldas Jesus Christ.
─ Tais Bielsa Rey: ¿Jesus Christ?
─ Gloria G. Durán: J. C.: John Cage.
─ Tais Bielsa Rey: Sí, el peligro, como siempre, viene de los agentes que se han pasado al otro lado. El Somatén. Venga vámonos de aquí.
─ Gloria G. Durán: Podemos invocar al joven Telémaco.
─ Tais Bielsa Rey: Vámonos.
─ Gloria G. Durán y Tais Bielsa Rey: Suri panta, la suri panta, makatruki de Somatén…
[Glenn Branca. The Spectacular Commodity, 99 Records (1981)]
─ Tais Bielsa Rey: Comandante Durán, la verdad es que me alegro de que no nos dejaran entrar en el planeta Sí.
─ Gloria G. Durán: Yo también.
─ Tais Bielsa Rey: A mí me estresa un poco tanto amor al líder sonoro.
─ Gloria G. Durán: Daban un poco de repelús los de la Hermandad de…
─ Tais Bielsa Rey: Del tío Jaula. Bueno, aterrizaremos en el planeta No en cuatro minutos y podremos pasar la noche allí.
─ Gloria G. Durán: ¡Vale!
─ Tais Bielsa Rey: El planeta No es un planeta de emigrantes. Estudiaron y vivieron la vanguardia musical de los años 60 y 70: John Cage, La Monte Young, John Zorn...
─ Gloria G. Durán: ¡Cómo mola!
─ Tais Bielsa Rey: Bueno, aburre un poco. Estaban allí. Lo absorbieron todo, pero tuvieron la osadía de mezclarlo con el punk. Osaron a desacademizarse, aunque su música fuera también conceptual, la Academia no les perdonó jamás que fueran por libre.
─ Gloria G. Durán: Que sacasen los pies del tiesto.
─ Tais Bielsa Rey: Debo advertirte de que son gente un poco arisca, un poco rancia. Están cabreados todo el rato y son muy nihilistas...
─ Gloria G. Durán: ¡Uf! Son muy machotes ¿no? Mucho ‘señoro’.
─ Tais Bielsa Rey: No, también hay muchas mujeres. Está Lydia Lunch..., pero son gente muy enfadada. Dentro de nuestra misión sicalíptica tenemos órdenes del capitán Molina Alarcón de suministrar altas dosis de la peor doble intención, de humor absurdo, pantagruelismo... Y nos toca la difícil misión de decir sí, sí en el planeta No.
─ Gloria G. Durán: De dadalizarnos. Da, da, sí, sí…
─ Tais Bielsa Rey: Veamos cómo les sienta, porque ya te digo que son gente un poco chungos.
─ Gloria G. Durán: Bueno, con cuidadito. Un poco de vaselina.
─ Tais Bielsa Rey: Bueno, aunque parezca que no, la gente del planeta No ─de la No Wave─ tiene mucho en común con las primeras cupletistas, aunque parezca que no. Se inventan así mismos, pocos estudian música, son artistas, son amateurs, se hacen sus decorados, sus personajes, se inventan un mundo contra la realidad establecida, contra la canción misma. Aunque luego se ponen todos a hacer canciones. Son contradictorios, y toman la contradicción, la indefinición y lo difuso como un valor. Y eso…, ya sabes tú…
─ Gloria G. Durán: Tiene su precio.
[Lydia Lunch. Atomic Bongos, ZE Records (1980)]
─ Gloria G. Durán: La verdad es que Lydia Lunch me encanta. Es supersicalíptica y he descubierto unas fotos que podían estar perfectamente detrás de mujeres galantes, de una vida galante, un poco más punkis, obviamente, pero en la línea. Decía ella que tenía muy claro su misión en la vida, que era despertar a la gente, sacarla de su que su cage ─de su jaula─, y hacerlo como conspirando. Lo que decía es que había mucha gente que veía ella deprimida y cabizbaja y que su misión en la vida era como wake them up ─despertarlos─.
[Suena de fondo: Lydia Lunch. Gloomy Sunday, ZE Records (1980)]
Y también decía, que me parece que es muy cupleteril, que ella lo que hace básicamente es letras. Ella se trabaja mucho las letras y luego hace música para ilustrar esas letras, y sus grandes referentes son Henry Miller y Jean Genet, que no hay escritores más lúbricos, sensuales y sicalípticos.
─ Tais Bielsa Rey: Pero Lydia tenía también sus conflictos también con las feministas. Una vez dijo que solía pensar en el feminismo como fuerza liberadora, pero que con el tiempo se dio cuenta de que muchas de esas personas que se declaraban feministas eran censores con un nombre diferente.
"Para mí, feminismo es como decir mostaza, ¿qué feminismo o qué rama del feminismo? A mí siempre me ha gustado el término humanista, que creo que soy. Soy prosexo, propornografía, pro NRA. Eso me separa de muchas de las llamadas feministas con las que he debatido fácilmente, así como de otras formas de censura. Necesitamos más igualdad en todos los ámbitos. Creo que el feminismo, ciertamente, no es una idea obsoleta. Me considero una feminazi, un término que uso a mi favor, porque en muchos discursos de conspiración de mujeres, estoy haciendo una propuesta sarcástica".
[Sonic Youth. Pacific Coast Highway, SST Records (1987)]
─ Gloria G. Durán: Kim Gordon, la chica de grupo, la chica de Sonic Youth, hizo lo imposible desde su popularidad, a partir de los noventa, con el fichaje de Geffen Records, para abrir camino a otras propuestas más subterráneas del movimiento Riot Grrrl con el objetivo… “de bombardear el centro neurálgico de la falocracia del rock”. Bandas como Bikini Kill, L7, Sleater-Kinney, Le Tigre, Babes in Toyland reconfiguraron la imagen de la mujer en la música alternativa de finales del siglo XX.
"Como las estrellas de principios de siglo, estas bandas inventaron otra nueva mujer. Una mujer que era nueva hasta para ellas mismas".
─ Gloria G. Durán: Las bandas de finales del XX, muchas de ellas Riot Grrrl, también trataron en sus letras temas que les incumbían en su reformulación como mujeres: la sororidad, el género, la igualdad, la identidad...
"Un modo de reclamar el feminismo en el underground que solía invisibilizar a las mujeres".
─ Gloria G. Durán: Como ya había sucedido en el arte, se amplió el espectro de temáticas para la creación artística y los intereses del feminismo, y las mujeres se pusieron el primer plano.
"De esta manera hablarán abiertamente y sin tapujos del abuso sexual, el acoso, la desigualdad de género, la homofobia, el empoderamiento femenino y las nuevas formas de sexualidad desde una perspectiva feminista".
─ Gloria G. Durán: Además, se enredarán y trabajarán desde y con las nuevas teorías sociales de los 90, como la Teoría Queer, rechazando cualquier posición esencialista sobre el papel de la mujer en la sociedad.
"Eran también dandis y, quizás, sicalípticas".
[Miguel Isaza. Electricidad de cables de energía en zona rural, VIC NIC (2022)]
[Pangea (Juan Antonio Nieto). Comet, Enough records (2007)]
─ Tais Bielsa Rey: Seguimos nuestra misión pedagógica hacia el destino final: el planeta Conejo. Allí hemos contactado con miembros de la resistencia underground, un movimiento formado por herederos de la cara oculta de la No Wave española. No confundir con la Movida y disidentes ruidosos que a través de la música experimental reconfiguran la realidad sónica del planeta.
─ Gloria G. Durán: Al igual que las reinas de las variedades, de principios del siglo XX, se mueven en los límites del arte.
─ Tais Bielsa Rey: Su música se despliega en la periferia cultural.
─ Tais Bielsa Rey: Como hiciera José Val del Omar en las Misiones Pedagógicas de los años 30 del siglo XX, llegamos al planeta Conejo, con un doble cometido. Por un lado, proyectar un ciclo de películas sicalípticas, películas descatalogadas e imposibles de ver en los cines del planeta, y documentar, por otra parte, de una forma no gráfica las diferentes tribus que habitan la esfera de las músicas raras.
─ Gloria G. Durán: Proyectaremos títulos tan sicalípticos como "Frivolinas"; "El misterio de la Puerta del Sol"; "La danza del vampiro", de Musidora; "Carne de fieras"; y un maratón de cortos de Alice Guy.
─ Tais Bielsa Rey: Las diferentes tribus del planeta Conejo despliegan su creación sonora de forma similar a las cupletistas de las primeras décadas del siglo XX, que actuaban en la infinidad de salas y salones, teatros y teatruchos que conformaban un paisaje cultural disidente, periférico e independiente.
─ Gloria G. Durán: La comunidad creativa del planeta Conejo, ignorada por la cultura dominante terrícola, sobrevive gracias a la autoedición. Existe un sentimiento de comunidad y de colaboración entre iguales. Estos experimentadores fonógrafos, ruidistas y locos del sonido y las músicas raras reivindican su independencia apoyándose mutuamente en pequeñas células de resistencia.
─ Tais Bielsa Rey: Mientras sobrevolamos el paisaje acústico de planeta Conejo, decidimos poner a prueba nuestros oídos invocando a Pauline Oliveros y su método para la escucha atenta: "¿Estás escuchando ahora? ¿escuchas lo que estás oyendo? ¿oyes mientras escuchas? ¿escuchas mientras oyes? ¿recuerdas el último sonido que has oído antes de esta pregunta? ¿qué vas a oír en un futuro inmediato? ¿puedes oír ahora y escuchar al mismo tiempo el recuerdo de un antiguo sonido? ¿qué es lo que causa que escuches? ¿te oyes a ti mismo en tu vida cotidiana? ¿tienes un oído sano? Si pudieras oír el sonido que quisieras ¿cuál elegirías? Y, ahora mismo, ¿estás escuchando los sonidos o solo oyéndolos? ¿qué sonido resulta ser el más significativo para ti?"
A todo color. Le garantizamos una audiencia espléndida. De la nebulosa a la voluptuosa.
─ Utilizan amplitud y modulación de frecuencia. Creo que puedo captar…
─ Pero, si ha habido esclavos durante más de dos mil años, ¿no ha habido siempre fugitivos descontentos?
─ Hace no mucho hubo rebeliones, pero las sofocaron…
Cuaderno de bitácora: La misión ha sido un éxito. El equilibrio inverosímil y el virus sicalíptico prevalecen en toda la galaxia. Gracias a las vedettes and commanders Tais Bielsa Rey y Gloria G. Durán podemos confirmar el nacimiento de una nueva era: apocalípticos, integrados y sicalípticos, atomizados y hermanados en sincronía.
─ Gloria G. Durán: Recuperando datos de navegación. Comandante Bielsa, recuerde puntos de aterrizaje.
─ Tais Bielsa Rey: Planeta Minimalista, constelación Concreta, planeta Sampler, planeta Permutación y satélite Katap, galaxia Fluxus, planeta Aleatorio y estrella Generativa, cometa Electroacústico, planeta Si Yin, planeta No Yang y Federación de Repúblicas Ibéricas Huidistas de la Galaxia. ¡Comandante Durán! El horizonte de sucesos llega a su fin, devolvamos la nave al comandante Bowie. Rumbo a la estrella negra.
─ Gloria G. Durán: ¡A sus órdenes!
Capítulo 3. Régimen Severo
[Francisco Fornells. Ma belle Niní, Rollos Victoria (1919)]
─ Rubén Coll: Estas son las aventuras de La Yoya y el Dr. Espejo. La Yoya, en una de sus derivas por la ciudad, vestida demasiado ligera para los rigores del invierno madrileño, baja la calle del Prado hacia el Congreso. A la altura del Ateneo, ese modesto templete del conocimiento de última temporada, se encuentra con el Dr. Espejo. La Yoya y el Dr. Espejo se habían cruzado en el salón de la Sífilis, que era como se conocía al Café Zaragoza de la Plaza de Antón Martín. Un lugar de dudosa moral donde, el Dr. Espejo se escondía para tomar absenta.
─ Álex: Desde 1866 el Café Zaragoza se encontraba en la Plaza de la Revolución o de la República. No era raro escuchar el “Himno de Riego!” cantado por el tenor Julián Gayarre Garjón, un asiduo al lugar. Pudiera ser que el cuplé “La Diputada” surgiera de tal himno. Pero eso es otra historia.
─ Rubén Coll: La Yoya gozaba divertida por la almidonada presencia del Dr. Espejo que salía del Ateneo con varios libros bajo el brazo. También por la pretendida amabilidad del doctor que trata de disimular la caída de ojos a su magnífico escote. Espejo le propuso a la Yoya tomar un café. Se agarraron del brazo y se fueron en dirección a la Plaza de la Revolución.
─ La Yoya: Don Dr. Espejo, ¿qué me recomiendaria usted para comer? Porque hace un frío mortal.
─ Dr. Espejo: ¿Don Doctor? Bueno, a ver, pues yo le recomendaría un caldito, también porque no tenemos dinero para pagar otra cosa -por lo menos yo. Mire, mientras nos lo traen le voy a contar una historia para que se haga a la idea de lo que tiene que sentar bien con el frío y esto. Usted figurase que según han ido pasando los años, hasta cierto momento, la dieta, el régimen severo, la dietética, eran lo más importante de la comida. Osea, cuando alguien se planteaba como comer se lo planteaba desde la dietética. ¿Qué pasa? Pues que ahora la ciencia dice unas cosas, antes decía otra. Por ejemplo, en época de los romanos, la comida se separaba entre lo crudo y lo cocido. Pero lo crudo y lo cocido no era, por ejemplo, un trozo de cerdo que se hierve y se convierte en un jamón cocido. No, no, no… Por ejemplo, algo cocido era una zanahoria, bueno, una verdura. ¿Por qué? Porque le había dado el Sol y se había cocido con el Sol, entonces eso hacía que tardara más tiempo en pudrirse. Las legumbres, por ejemplo, estaban entre crudo y cocido, porque es verdad que tardaban un tiempo en pudrirse, pero luego se podían convertir en semillas, entonces algo de crudo tenían. ¡Vaya! Que en esa época las cosas iban de una manera totalmente distinta. Aun así, yo creo que una cosa caliente, un líquido caliente, siempre sienta bien contra el frío.
─ La Yoya: ¡Pues complicaos’ estos romanos, eh! ¡Oiga! ¿Y en la Edad Media? Que me gusta a mí muchísimo la Edad Media. Yo siempre quise ser una tabernera, de esas orondas, de la edad media.
─ Dr. Espejo: Pues en la Edad Media, para quien pudiera comer, la cosa era muy sofisticada, contrario a esto que se piensa de la Edad Media. A ver, sí, tenedor no tenían, porque hasta que los franceses lo inventan, tenedor no hay. Pero sí que tenían como unas normas, unas normas que habían sacado de la Antigüedad, de esto que le cuento ahora de los romanos, pero también de la medicina árabe, porque al final algo se llevaban entre unos y otros. Y el caso es que tenían esta teoría de los cuatro humores: los cuatro humores eran como un estado de ser, una manera de estar, que se regía por una de las bilis, uno de los fluidos que había dentro del cuerpo. Por ejemplo, estaba el humor sanguíneo, que era caliente, apasionado… donde estaba la pasión, vaya. Luego estaba, por ejemplo, la flema. Y el humor flemático al fin y al cabo era un poco la enfermedad, el malestar… ¡Tampoco me acuerdo muy bien de esto, si le digo la verdad! Y luego -de estos dos sí que me acuerdo bien- estaba la bilis. La bilis, el humor biliar, era cuando estás muy enfadado. Y, por eso, cuando uno dice que se le sale la bilis, que traga bilis o que mastica bilis, es porque está muy enfadado. Y luego el último- que es muy curioso porque tuvo mucha repercusión en el mundo del arte- es el humor melancólico. Y el humor melancólico está regulado por una cosa que se llama el humor negro.
─ La Yoya: Sí, lo de melancólico un poco así saturnino, que tengo yo amigos saturninos y melancólicos.
─ Dr. Espejo: Eso se decía, sí, que cuando estaba Saturno por ahí la gente andaba como con la Luna o algo así.
─ La Yoya: Pero yo me siento más pasional, más sanguínea, más dislocada, más disparatada.
─ Dr. Espejo: Esa era la sangre que decían que era caliente y húmeda. ¡Hombre, pues usted…!
─ La Yoya: Lo veo nítido, caliente y húmeda, ¡esa soy yo!
─ Dr. Espejo: El caso es que a esta hora pues nos suena a magia, pero se lo tomaron súper en serio, ¡eh! O sea, toda la comida era interpretada como una medicina, como le decía antes. Entonces, para compensar un humor, si estaba uno demasiado afectado, por ejemplo, por la pasión, pues tenía que enfriar. Y si estaba uno demasiado melancólico, tenía que calentar. Entonces, por ejemplo, si estaba uno muy melancólico, ¿qué tenía que meterse? Pues cosas húmedas y calientes, como para recuperar un poco la pasión. Entonces, pues, aparte de lo que se le está ocurriendo a usted, para quitar la melancolía, pues también se tomaban cosas de lo más raro: canela, vinos calientes, perlas, seda, oro, unos mejunjes así que se encontraban con recetas que se inventaban en los libros… ¡Y vaya! ¡Pues así se lo pensaban, así se lo cocinaban!
─ La Yoya: Bueno, me parecería increíble ver mi cuerpo cual caldero lleno de sedas de oro. No sé, de maravillas de… ¿quién sabe? No sé, un festín. Me parecería maravilloso, una exquisitez.
─ Dr. Espejo: ¡Exactamente! Mire, la exquisitez es una palabra complicadillo dentro de esta historia que le estoy contando -ahora que ya me han traído el caldo. Hasta cierto momento, la dieta en Europa se regía por estas normas. El que se lo podía permitir se regía por estas normas. Mire lo que le voy a decir: si es que se las creían tan a pie juntillas que un plato de hoy como es el buey, que estamos todos deseando comerlo. ¿Quién se acuerda ya de cómo sabe el buey? Yo no sé si lo comí alguna vez siquiera. El caso es que bueno, una cosa así como el buey, los ricos de aquella época, los señores, se la daban a los pobres porque pensaban que tenían el estómago más recio, y para ello se reservaban los pescados que tenían poca consistencia, las aves… Es decir, se lo creían todo esto a pies juntillas. El caso es que luego esto se fue cambiando y apareció los exquisito, los sabores, las cremas, las salsas…
─ La Yoya: ¡Bueno, bueno! Todo eso que a mí me resuena a turgencia, a placer, a algo chorretoso -me gusta mucho esa palabra, chorretoso-, a la gula, al vicio, a los siete pecados capitales, a todo eso que mueve mi existencia.
─ Dr. Espejo: Sí que le suena porque usted una salsa no se la ha comido en la vida. Pero bueno, la gula -que ya he dicho que era este pecado capital- claro, estos señores tan ricos, que seguro que más de uno era un obispo, querían comer bien, ¿qué era esto que decía el humor este, el humor el otro? ¿Entonces qué hicieron? Pues se inventaron una palabra, la palabra exquisitez. Entonces las cosas exquisitas eran lo que diferenciaban a un glotón de clase alta, de un glotón de clase baja. Entonces, el glotón clase alto era un exquisito, era un hombre de gusto, una persona así de gusto, de buen gusto. Igual que tenía buen gusto para la comida y que comía cosas exquisitas. Pues también tenía buen gusto para la música, buen gusto para la escultura, para la decoración, para la pintura… Y claro, entonces era el conocedor, el connaisseur, el que hoy te diferencia lo que es bueno de lo que es malo, el que te dice lo que está de moda y lo que no, lo que es bonito, lo que es feo, lo que hay que comprar para poner en una habitación y lo que no. En fin… ¡unos pedantes!
─ La Yoya: Pero aquí el connaisseur, mucho hombre de gusto, mucho hombre galante, que no lo ha dicho, pero yo se lo digo, que hay mucho hombre galante por ahí, ¡oye! ¿qué hay de la mujer galante? Y de, no sé, ¿de nosotras? Hombre de gusto, ¿y la mujer de gusto?
─ Dr. Espejo: Yo me inclino a pensar que habría mujeres de gusto. Lo que pasa es que en estos libros que traigo…
─ La Yoya: En ese mogollón de libros que lleva.
─ Dr. Espejo: Sí, aquí, en estos libros, a mí sólo me hablan de hombres. Yo espero que algún día la gente cuente la historia, porque debe haber de haber mujeres en esa época. Pero yo, ya le digo, no me aparece en ninguna de estos libros.
─ La Yoya: ¡Qué curioso! ¿Pero ha leído todos los libros que lleva?
─ Dr. Espejo: Mire, este, el que tengo, que estoy ahora con él, tiene muy buena pinta. Este se llama… Está en francés, pero yo se lo voy a traducir para que se entere. La excelente y muy útil… ¡Perdón! El excelente y muy útil opúsculo de Nostradamus, 1555. No le diga a nadie que tengo este libro, porque la verdad es que lo he conseguido de una manera… bueno, no muy honrada.
─ La Yoya: Soy una tumba absoluta.
─ Dr. Espejo: Que tampoco hace falta que se muera. Pero bueno, a lo que iba. Mire, que hay aquí recetas de mermelada, remedios, dulces, conservas, remedios para terapéuticos y luego están la recetas electuarias.
─ La Yoya: ¿Electuqué?
─ Dr. Espejo: Electuarias, mire.
─ La Yoya: Electuarias.
─ Dr. Espejo: ¡Qué rubor, de verdad! Mire, se trata de unas recetas para aumentar el vigor, ya me entiende usted.
─ La Yoya: En la batalla.
─ Dr. Espejo: No, mujer, en la cama, en la cama.
─ La Yoya: ¿Qué me dice?
─ Dr. Espejo: ¿Se acuerda usted de lo de los humores?
─ La Yoya: Más menos…
─ Dr. Espejo: Bueno, lo que le acabo de voy a contar. Pero bueno, el caso es que esto que le he contado yo de los humores, pues era un poco lo mismo en la alcoba. Entonces, el deseo evidentemente era caliente, sanguíneo, ¿no? Y la ausencia de ello era fría. Por eso la gente que no le gusta meterse en la cama con nadie la llaman frígida. El caso es que eso, según esta gente, se podía compensar. Y claro, pues había que meterle ahí a uno bien caliente, bien de picante. Por ejemplo, mire, tengo otro libro aquí porque justo estoy con este tema. Estos son Los cuentos de Canterbury que les sonarán, ¿no?
─ La Yoya: Algo.
─ Dr. Espejo: Aquí y hay uno, espere, que se llama “Cuando la tierna juventud desposó a la encorvada vejez”. Esta es la historia de enero: enero necesita una ayudita con su mujer, que es mayo, porque mayo se la está pegando con otro. Y el caso es que enero, para intentar recuperar a su mujer, que se piensa que se la está pegando solamente porque es viejo, pues se hace un vino caliente con hipocrás, salvia y jarabe. Y vaya, pues esa noche enero cumple, enero cumple y por la mañana está todavía a tope, pero al final su mujer se va con el otro.
─ La Yoya: ¡Jope con enero! ¡O sea que le da igual! ¿Sabes a quién me suena a mí enero?
─ Dr. Espejo: ¿A quién?
─ La Yoya: A Príapo, que me ha hablao’ mi prima Eugenia de Príapo.
─ Dr. Espejo: Yo creo que que su prima Eugenia estaba un poco equivocada porque, mire, enero tenía problemillas para estar… ¡Para dar el do de pecho, vaya! Y Príapo era más o menos lo contrario. Príapo, decía la mitología, era el hijo de Dionisio y Afrodita, es decir, que era el dios más, más extático, más gustoso, más… en fin. El caso es que, pues como siempre pasaba así en estas tramas de las mitologías, de las metamorfosis, de las Iliadas… Bueno, ¿pues qué pasó? Que al final Hera, que mandaba mucho -Hera era la mujer de él. Bueno, el caso es que Hera se pone celosa. ¿Y qué hace? Pues a Príapo le condena a estar siempre con el falo erecto y eso de hecho tiene un nombre ahora, que se llama el priapismo, que es una enfermedad dolorosísima, dicen, dicen.
─ La Yoya: Bueno, pues yo me había inventado lo de Príapo-nutriente…
─ Dr. Espejo: Príapo-nutriente, ¿eh?
─ La Yoya: Que parece que a mí me da, no sé, yo creo, la comida y las especias… pues no sé, lo picante, como que animan, ¿no? Animan.
─ Dr. Espejo: Bueno, sí, se pone uno un vino… Sí, animan.
─ La Yoya: Pero a lo mejor podíamos matizar un poco este rollo y en vez de ser Príapo-nutriente…
─ Dr. Espejo: Que se pone la Yoya creativa…
─ La Yoya: ¡Exacto! Podríamos pensar que es como Príapo-satisfactorio, en el sentido de mirar la forma y la ergonomía de los alimentos y no tanto sus propiedades nutricionales.
─ Dr. Espejo: No me esperaba que saliera por otro lado.
─ La Yoya: Usted me entiende porque hablo de la ergonomía, ¿no? La cuestión es saber si yo pudiera meterme…
─ Dr. Espejo: Ya, ya, ya…
─ La Yoya: Mire, para explicarme mejor le voy a poner una canción que lo explica mucho mejor que yo de la Bella Dorita, y ahí quizá le de usted la inspiración del doble sentido de la berenjena.
─ Dr. Espejo: A ver, déjeme el disco y le pido aquí al mozo que lo ponga la gramola.
[La Bella Dorita. Régimen Severo (1906)]
Como todas las señoras de hoy en día,
el furor me ha dado a mí de adelgazar,
y a un doctor especialista en quitar grasa
le he pedido que me quiera aconsejar.
Y me ha dicho las verduras, hija mía,
desde hoy serán su santo y patrón.
Que las carnes son manjares del diablo
y los guisos su más grande perdición.
Y con su voz grave,
qué miedo me dio,
régimen severo,
así me recetó.
Nada de patatas, ¡no! (¡No!)
Nada de judías, ¡ja! (¡Ja!)
Nada de garbanzos, ni un gramo de arroz.
Sólo berenjena, ¡sí! (¡Sí)
Sólo zanahorias, ¡ay! (¡Ay!)
Y unos nabos tiernos que aclaran la voz.
Siga mi consejo y dentro de unos años
tendrá usted a sus plantas al lobo feroz.
Enseguida fui al mercado pues me gusta
por mí misma las comidas escoger.
Y encontré unas berenjenas estupendas
que en mi mano no podían ni caber.
Me compré de zanahoria cuatro kilos,
como eran que entrarían sólo tres.
Nabos tiernos, dos manojos, y un pepino
más hermoso que la faja de un payés.
Nada de patatas, ¡no! (¡No!)
Nada de judías, ¡ja! (¡Ja!)
Nada de garbanzos, ni un gramo de arroz.
Sólo berenjena, ¡sí! (¡Sí)
Sólo zanahorias, ¡ay! (¡Ay!)
Y unos nabos tiernos que aclaran la voz.
Siga mi consejo y dentro de unos años
tendrá usted a sus plantas al lobo feroz.
Tome zanahorias cada día
pues así tendrá lo que quería.
─ Rubén Coll: De pronto, la poderosa voz de un vendedor ambulante se cuela en el Café Zaragoza y aplaca el sonido de cristales, tenedores y cucharillas, como también aplaca el portentoso filtro de agua, sistema Howatson de gran potencia, que permite ofrecer agua cristalina y limpia de materias nocivas. E incluso también acaba con la selecta música que suena aquella noche. El vendedor dice:
─ El vendedor: La última palabra contra la neurastenia y la debilidad general, tomando el patentado jarabe Richi, de glicerofosfato fosfato compuesto, usted el recuperará su actividad extraordinaria.
─ La Yoya: ¡Ay sí, así estoy yo, Don Doctor, Don Doctor Espejo! ¿Me ha mirado usted?
─ Dr. Espejo: Está hecha una birria.
─ La Yoya: Estoy hecha una birria?.Me pudiera comprar un botecito de esos, porque estoy como dice la Balbina, con la neurastenia. ¿Le puedo recitar un verso de otro cuplé?
─ Dr. Espejo: Bueno, pero no llevo suelto, no le voy a comprar ningún frasco rápido.
─ La Yoya: Da igual, pero me escucha, que a mí eso me gusta.
─ Dr. Espejo: Bueno, la escucho.
─ La Yoya: Y dice algo así como: la Balbina, la Balbina, ya no toma la aspirina porque, según dice el Eugenia, lo que tiene es neurastenia.
─ Dr. Espejo: ¿Cómo acabaría la Balbina?
─ La Yoya: ¿Cómo acabaría la Balbina? Pues malamente, malamente. ¿Quiere saber cómo acabó, de hecho, la Balbina?
─ Dr. Espejo: ¡Venga!
[Carmen Flores. El suicido de la Balbina (1927)]
Cosas de la vida.
Le sorprendí anteanoche con la pelos(?)
en el Tupi de Cascorro.
Y llevá’ por la rabia y por los celos
la pegué el primer mamporro.
Él al verme me dijo: ¡Balbina! ¿A qué vienes tú?
Y me hizo esa lesión en la retina
con una botella
de pilsner Mahou(?)
Bueno, se armó una como pa’ emigrá’.
Hubo arranque de añadío’.
Epílogo en la combi(?)
Y como yo no puedo soportar este desprecio del Eleuterio
y como la neurastenia invita al suicidio,
acabo de tomarme 20 pastillas de sublimao’
para ver si reviento de una vez y… Colón 34.
Ya me ha dao’, ya me ha dao’
La culpa del sublimao’
¡Ay, ay! ¡Ay, Balbina, la has diñao’!
Por eso vengo a despedirme
de todos mis conocimientos.
Para ver si algo tienen que decirme
en mis últimos momentos.
Ya mañana será la Balbina un deforme montón
y no acordarse más de la aspirina,
ni del coreado cuplé de Colón.
Ya he dejado escritas mis últimas voluntades:
Dejo al alcalde de Madrid el último recibo del inquilinato revisado y sin pagar,
a Carulla un retrato de la Chelito bailando la rumba,
y como cosa rara pa’ que la expongan en un museo
un panecillo con el peso justo.
El resto de mis bienes emplearán en hacer una edición de lujo del Ven y Ven.
Ya me ha dao’, ya me ha dao’
La culpa del sublimao’
¡Ay, ay! ¡Ay, Balbina, la has diñao’!
─ La Yoya: ¡Hay que ver cuántas palabras hay por ahí! No se ha fijao’ usted hablando tanto que estamos hablando de comida, como ahora la gente usa unas palabras muy raras: biscuit glacé, café olé, champagne frappé… ¿Lo está escuchando usted por la calle?
─ Dr. Espejo: A ver, hombre… A ver, podríamos ponernos así, históricos, como antes, y decir que la alimentación ha cambiado el lenguaje, han aparecido palabras nuevas, ¿no? Mire, por ejemplo, la palabra de lo delicioso, lo exquisito, que hablábamos antes, ¿no? Pues habría que ponérsela a vinos madurados en roble, algo ampuloso que se pudiera vender a un precio grande. Y a ver qué hay más grande, qué hay más ampuloso, que ese acento francés que aquí tanto se lleva. Mire, cuando en Francia le cortaron la cabeza los reyes…
─ La Yoya: ¡Como debe ser!
─ Dr. Espejo: Pues sí, como debe ser, porque mire: si los Borbones estos hubieran perdido la cabeza en una cesta, en lugar de seguir perdiéndola con la juerga, a lo mejor nos iba mejor. Pero bueno, a ver qué va a decir uno. En fin, como iba diciendo, que cuando en Francia ya no había reyes y la Iglesia perdió un poco de poder, pues entonces la gula ya no era tan, tan, tan potente. Y entonces aparecieron palabras como esta de la exquisitez, pero, por ejemplo, también para definir a estos botones de clase alta se habló de los sibaritas. Sibaritas que ya eran casi más que los señores con buen gusto. Pero mire usted, la palabra sibarita la adoptaron ya con qué tintes la burguesía francesa. Porque los sibaritas, en realidad, vienen de la palabra de la ciudad de una colonia griega que se llamaba Sybaris y que estaba al sur de lo que hoy es la península de Italia. Y los sibaritas eran gente con tan, tan, tan, tan buen gusto, vestían de oro, con paño púrpura… ¡Y claro, no daban palo al agua! ¡Todo se lo traían hecho! Y usted fíjese como eran, que no dejaban ni que en su ciudad hubiera ni herreros ni molineros para que no se les colara el ruido y pudieran estar tranquilamente de jolgorio todo el día.
─ La Yoya: ¿Y qué pasó con estos tipejos?
─ Dr. Espejo: Pues imagínense, se los pasaron a cuchillo. Los crotones, los mataron e inundaron la ciudad para que de allí no saliera nada. Luego ya se ha encontrado algo, pero vamos…
─ La Yoya: Como los franceses a los reyes. Más, menos.
─ Dr. Espejo: Más, menos. Un poquito más radical. Pero, mire, ahora que lo dice sí, un poquitín así. Porque mire, ¿a usted le suena Pitágoras?
─ La Yoya: Mmm… Algo, sí.
─ Dr. Espejo: El de los números, pi, catorce coma tres… Bueno, el caso es que Pitágoras, que no era de Crotona, pero sí se mudó a Crotona y estableció allí su academia. Y entonces uno de sus discípulos, Milón, fue el que se encargó de arrasar con los sibaritas. Los mató a todos. Entonces, bueno, sí que podríamos decir que un poco de pensamiento acabó con los glotones o bien con los gorrones.
─ La Yoya: ¡Caray! Me quedo pizcueta… ¿Qué te parece si escuchamos algo así, un poco sibaritesco? ¿O la historia de un sibarita que se llama Mi debilidá?
─ Dr. Espejo: Venga, dale, que nos queda…
[Carmen Flores. Mi debilidá (1920)]
Le conocí una tarde en Provisiones
bailando en un concurso de chotís.
Y dije, ¡ay mi madre sostenerme
que al mirarlo que ha dao’ un paralís!
Su cuerpo era una estatua
su cara era un primor
y el pelo tan hermoso y tan brillante
cual si se lo limpiara con luzón.
¡Ay me volvía loca!
Porque como además es bizco
pues no sabía si me miraba a mí o al del violón
y me daba rabia.
Y eso que tiene un zimbreo, que bailar con él es como decir:
“Llamarme a las diez que me voy a echar un rato”.
Con que me dijo: “Bueno Obdulia, yo te dejo que me raptes, pero con bases”.
Y son:
Primera, piso en Grand Rue con todo el confort moderno.
De la calefacción central no te preocupes, es cosa mía.
Segunda, llamarme a lo Agente Alemán o Milord.
Y tercera, forrarme las torrijas en uretra.
¿Es? ¿que si es? ¡es poco para lo que tu te mereces!
Porque, ¡Ay Eleuterio! ¡ay Eleuterio!
Para tu fama no son na’ los ministerios.
Porque dices dices tú, ¡aquí estoy!
Y todo el sexo bello grita !viva voy!
(Mamá que me troncho)
Y aunque era de exigente en su deseo lo hice tal y como él lo pidió.
Pues lo instalé en mitad la Gran Vía, con un lujo más kitsch que una capó.
Y al viejo que tenía le dije sin tardar: ¡Dispense que le deje y no me pida,
que está prohibida la mendicidad!
Bueno, y había que verle a él con to’ lo negro que es,
que parece una morcilla mal confeccioná’
vestido con un piyama azul desfallecido.
¡Ay¡ Pero la gozamos la mar.
Allí tó eran besos, caricias, abrazos y... Alguna que otra bofetá’.
Pero no me enfadaba, al contrario, me daba una y si no repetía me decía yo muy triste,
Y es que cambió mucho, sobre todo en el vestir,
era que salía a la Castellana y le sacaban hasta fotografías.
Y en el comer, antes se comía una de explosivas
y salía de la tasca con viento en popa.
Pero después consomé polá, petit pua, pave truffe, champagne frappé, biscuit glacé, café olé y un buen puré… Y todo de gorré
Y es que… ¡Ay, Eleuterio! ¡ay, Eleuterio!
Para tu fama no son nada los hemisferios.
Porque dices tú dices tú: ¡Aquí estoy!
Y todo el sexo bello grita: ¡Viva voy!
─ La Yoya: Ve usted, Don Doctor, que re-sofisticación tiene este francés, ¡Oh, là là! En fin, lo que me planteo yo siempre es que estamos hablando de manjares, de sibaritas, de hombre de gusto, de gente así como con muchos posibles, que le digo yo. Pero usted sabe que aquí pasamos mucha hambre y que la inflación está absolutamente disparatada y desmedida, porque los dos sabemos (bueno, a mí se me ve). Pero usted va muy elegante, pero un pelín roído. Todos sabemos que se alimenta de café con leche y bicarbonato. Está usted hecho un figurín, todo hay que decirlo. Bueno, ¿pero no siente un poco de debilidad por un cocido, un buen cocido, no sé, unas alubias, una morcilla, una fabada…?
─ Dr. Espejo: Mire, yo ya no me acuerdo hace cuánto me comía un cocido. Si le digo que… Mire,la señora Rosa, que es la que lleva la pensión, dice que van subiendo los precios, y yo estaba haciendo cálculos. Y mire usted, antes del año 1914, cuando la guerra aquella, hasta hoy, lo que antes costaban unas alubias pintas siete pesetas ahora cuestan dieciséis. ¡No hay alubias!
─ La Yoya: ¡Dieciséis pesetas! Hay que ver… ¡qué vergüenza! Pero si la alubia es de aquí de toda la vida, si hay alubias a cascoporro, hay un montón de alubias. Y además, no sé, es una de las características de esta gran nación en la que los hombres son muy hombres y los españoles muy españoles.
─ Dr. Espejo: Pues mire, le voy a decir una cosa: igual que en estos libracos que traigo aquí no hablan de mujeres, tampoco hablan de pobres. E igual que no hablan de pobres, me da a mí que también se inventan algunas cosas, porque la alubia española tiene poco. Mire, la alubia se trajo aquí, lo que sería la alubia pinta, en 1528. Se la llamaba la Nueva Granada porque era de lo que entonces era el Virreinato de Nueva Granda, y tenían a toda esa gente allí, ¡pues imagínese! Como a los pobres y las mujeres ahora, ¡peor! Y el caso es que como era una alubia que crecía en las altitudes de los Andes pues, cuando la trajeron aquí la empezaron a mezclar con otras alubias que habían traído de México y se empezó a poder plantar en sitios más altos. Por ejemplo, la pinta alabesa, roja, es un poco andina. ¡Si es que antes aquí no había alubias! Había habas, fabas, fabes… Pero, ¿alubias? ¿Lo que vienen a ser alubias? ¡Son todos los frijoles!
─ La Yoya: Pues vaya tela, ¿no? De todas formas yo te digo una cosa, Don Doctor, que me parece muy injusto que haya gente tan frappé, tan olé olé, y nosotros que ni con una perra gorda no nos compramos nada. Y que haya tanto garbanzo entrando y saliendo y a nosotros no nos llega nada. De hecho, no sé, me parece bastante terrorífico. ¿Usted cómo lo ve?
─ Dr. Espejo: Yo lo veo feo, yo creo que habría que hacer algo. Yo me leo estos libros y paso frío, y creo que algo habría que hacer. Mire, mire lo que va a sonar ahora.
[Carmen Flores. La sindicalista (1919)]
Si pa’ dentro de dos meses a lo sumo
no funciona un sindicato de castizas
que me metan en un horno en traje de Eva
y que arrojen al arroyo mis cenizas.
Lo que está pasando aquí es una vergüenza,
no hay un dios que tenga ya moralidad.
La mujer debe de ser como yo pienso
ni soltera, ni viuda ni casá’.
Todo el que quiera vivir se sindicotaliza’, ni más ni menos
y el que no lo haga va a comer bacilus o aires de Guadarrama.
Señor, es lo que dice Lenin, que tú tienes 10, pues me das 5,
que el otro tié’ 20, pues me da 10.
Y así por lo menos se va una haciendo de un capitalino decente.
¿Que usted no está conforme?
Y oiga usted, ¿usted es de Maura o de Romanones?
Usté es de Puente de Vallecas, nos ha aplicao’ los rayos X.
El que no llora no mama,
y el que mama usté’ calcule lo que lo alimentara con lo que se come hoy día.
Así que vamos a formar un sindicato que tenga por lema:
Igualdá’, fraternidá’, legalidá’.
Reparto de los bienes,
y aquí no ha pasao na'.
Antes iba usté’ a la plaza con un duro
y compraba jamón a roscatina. Ahora lleva usté’ 3 duros y se viene
con dos hojas de laurel y unas sardinas.
Las patatas y los huevos de los pueblos
por vagones se les ve llegar aquí.
Pero claro, si después los almacenan
luego dicen que no hay huevos en Madrid.
Y de todo esto tiene la culpa
el acaparador, el exportador, el despertador,
y el despertador del proletariado que no suena pa’ despertar al pueblo que paece’ de sueño crónico.
Al que madruga Dios le ayuda, ¿verdad?
Pos’ yo me levanto a la seis y no me ayuda ni Dios
¿Se pue’ pasar esto sin protesta? No.
Pues a luchar por la idea.
¿Se pue’ pasar? Sí, adelante.
Nosotros no iremos a no hacer una bandera de ese lema que dice:
Igualdá’, fraternidá’, legalidá’.
Reparto de los bienes,
y aquí no ha pasao na'.
Reparto de los bienes,
y aquí no ha pasao na’.
─ Dr. Espejo: Bueno, pues me debo marchar, Señorita Yoya. Ya me esperan.
─ La Yoya: ¿Y quién le espera, Don Doctor?
─ Dr. Espejo: Bueno, me ha pillao’… La Señora Rosa. Tampoco es que me espere, es que va a poner almuerzo encima de la mesa y…
─ La Yoya: ¡Pues yo le ofrezco un plan alternativo! Nos quedamos usted y yo, nos tomamos nuestra última copita de absenta que nos sienta muy bien…
─ Dr. Espejo: Hombre, eso ya suena bien, sí.
─ La Yoya: Y lo puedo aderezar con un paquete de picada y un poquito de bicarbonato, y cuando nos acabemos todas la existencias nos vamos al sindicato, juntos, a ver si arreglamos todo esto de las patatas, de los pueblos, y la vergüenza y la igualdad.
─ Dr. Espejo: Pues mire, me ha convencido, ¡vámonos!
[Amalia Molina, La Diputada (1932)]
Llegó la hora del feminismo,
y como siempre fuí avispada,
y en todas partes me llevo algo,
me llevé el acta de diputada.
En el Congreso con Luis de Tapia,
estoy actuando de adalid,
¡Viva el divorcio! ¡Vivan mis manos!
que aún no han cosido, ¡ni un calcetín!
Y hasta en la peluquería,
me llaman “Su Señoría”
Y como Victoria Kent,
viajo de balde en el tren.
Sí, señores diputados,
hay que acabar con el bolcheviquismo y con el vaguismo, con lo mismo.
aquí el que no trabaje, que no coma,
empezando por los enchufistas.
El día que me deje,
el Presidente hablar,
en hombros por la calle,
me tienen que sacar.
El pobre Conde de Romanones
que ya no tiene, ¡ni una peseta!
Me dijo anoche: Pues me conviene,
ser diputado y ¡estar a dieta!
Pues sí, Leandra, que en estos tiempos,
que no hay enchufes, para un servidor,
tengo con ella, para ir mirando,
a las perdices, que es mi ilusión.
[…]
¡que den fuego al polvorín!
Yo creo que todo se arreglara,
¡incluso lo del himno!
porque pienso pedir,
a Don Fernando de los Rios,
que es muy flamenco,
que sea, el fandanguillo mayor:
La mujer de Estanislao,
cuatro hijos ha tenido,
la mujer de Estanislao,
y luego dice la gente
que es un obrero parado,
cuatro hijos ha tenido.
¡Olé, viva lo flamenco y lo torero!
La sicalipsis tiñó la vida cultural española de las tres primeras décadas del siglo XX. Contó con seguidores incombustibles y férreos detractores: Unamuno quiso erradicarla de la faz de la tierra y Álvaro Retana la empleó en todas y cada una de sus manifestaciones artísticas.
Ahora bien, la sicalipsis tiene límites difusos, es muy difícil de atrapar. Se construye adaptándose a los contextos, pero siempre en la fina línea que separa lo provocador de lo inasumible, quedándose en lo que Félix Limendoux —inventor del propio término "sicalíptico"— llamó "equilibrio inverosímil".
Radio Sicalipsis es entonces un espacio radiofónico que pretende gustar tanto a los amantes de las bellas artes como a aquellos oyentes de gustos estragados. En él se trazan líneas de pensamiento que atraviesan la improbable definición, abarcando todo aquello que se sale de lo previsible, probable e incluso esperable. Masculinidades difusas, esencias de escurridiza pulcritud, vanguardias nuevas hasta para sí mismas, cine sicalíptico sin saberlo, bailes epileptoides en su más amplia definición... Radio Sicalipsis cuenta con programas de mujeres galantes avant la lettre del dandi, galaxias voluptuosas, Terpsícores zigzagueantes, severos regímenes a base de humores modernos, de neurastenia y también melancolía.
Líneas de fuga que sirven no solo para ahondar en la vida cultural española, sino para tratar de diseminar la semilla de una renovada sicalipsis. Una que, cual utopía queer que en realidad es, se encarga de reescribir el pasado para intentar imaginar un futuro mucho más interesante.

La Yoya y el Dr. Espejo en El Café de Zaragoza, Madrid. Fotografía: Sr. Compañy

Wendy (Walter) Carlos con su proyecto de ciencias, 1958

Consuelo Portela "La Chelito", ca. 1930
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- Fecha:
- 08/05/2023
- Agradecimientos:
Capítulo 1: Gloria G. Durán (Universidad de Salamanca)
Capítulo 2: Tais Bielsa Rey y Gloria G. Durán (Universidad de Salamanca)
Capítulo 3: José Luis Espejo y Gloria G. Durán (Universidad de Salamanca)- Investigador invitado al programa:
- Miguel Molina-Alarcón (Universitat Politècnica de València)
- Realización sonora:
-
Capítulo 1: Laura Romero
Capítulo 2: Tais Bielsa Rey
Capítulo 3: José Luis Espejo - Licencia:
- Produce © Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (con contenidos musicales licenciados por SGAE)
Material complementario
Citas
Capítulo 1, parte 1
- Arturo Carballo. Frivolinas (1926)
- Bella Zulima. La Pulga (1906)
- Sara Montiel. La mosca indiscreta (1963)
- Carmelita Aubert. Varon Dandy (1934)
- Varon Dandy. Varon Dandy, Susurros (2007)
- La Argentinita. Todo al revés (1922)
- La Bella Dorita. Poco a poco (1933)
- La Bella Dorita. La vaselina (1933)
Capítulo 1, parte 2
- Eva Tanguay. I Don't Care, Nordskog Records (1922)
- Carmen Flores. La Despreocupada, Compañía del Gramófono (192?)
- Jean-Philippe Rameau. Les sauvages, Forêts paisibles / Les Indes galantes, France Musique (2020)
- La Bella Dorita. Poco a poco (1933)
- Conchita Piquer. Se dice, EMI Music Spain (1933)
- Lu Chamorro. La indiferente
- Raquel Meller. Flor del mal, Odeón (1926)
- Mercedes Serós. La chica del 17 (1926)
- Carmen Flores. La de Magilón
- La Argentinita. Soy Mujer (Serie Rarezas), La voz de su amo (1935)
- Carmen Flores. Guasa Viva (Serie Rarezas), La voz de su amo (1920)
- Blanquita Suárez. Soy la garçonne, Odeón (1927)
- Carmen Flores. El Suicidio de la Balbina (Serie Rarezas), La voz de su amo (1919)
- Carmen Flores. La Cencerro (Serie Rarezas), La voz de su amo (1920)
- Bad Gyal. Zorra, UMG Recordings (2019)
- La Zowi. Filet Mignon, La Vendición (2020)
- Samantha Hudson. Burguesa Arruinada, Pizza Dos (2021)
- ROSALÍA. Saoko, Universal (2022)
- Rodrigo Cuevas. Verdiciu, Aris Music (2016)
Capítulo 2, parte 1
- Terry Riley. A rainbow in the curved air, SME (1969)
- NASA. Spooky Space Sounds (2017)
- Gene Roddenberry. Star Trek: The Original Series, Desilu Productions, Norway Corporation y Paramount Television (1966-1969)
- NASA. Saturno V
- György Ligeti. Atmospheres, Berliner Philharmoniker (2010)
- Brion Gysin. I Am That I Am, Giorno Poetry Systems (1972)
- Pauline Oliveros. Alien Bog, Pogus (1967)
- Gloria Gaynor. I Am What I Am, Silver Blue Productions (1984)
- Sun Ra. Space Is The Place, Blue Thumb Records (1973)
- Pink Floyd. Astronomy Domine, Columbia/EMI (1967)
- Frank Zappa. Bolero, Barking Pumpkin (1991)
- Fragmento de entrevista con Frank Zappa
- Wendy Carlos. Brandenburg Concerto No. 4 in G major, BWV 1049, 1. Allegro, CBS/Sony (1980)
- Derrick Leather, Jim Shields y Bill Rowe. Alien BSO, 20th Century Records (1979)
- Alice Coltrane. Andromeda's Suffering, UMG Recordings (1972)
- Frank Sinatra. Fly Me To The Moon, Reprise Records (1964)
- Nina Simone. Stars, Verve Records (1987)
Capítulo 2, parte 2
- Ciccone Youth. March of the Ciccone Robots, Squeaky Squawk (1988)
- Gene Roddenberry. Star Trek: The Original Series, Desilu Productions, Norway Corporation y Paramount Television (1966-1969)
- Luigi Russolo. Risveglio di una Città, WERGO (2000)
- Susana Estrada. Espacial, Disco Segreta (2017)
- Extracto de Susana Estrada, en César Vallejo. Susana y el sexo, RTVE (2021)
- Daphne Oram. Snow, Paradigm Discs (2007)
- Laurie Spiegel. Appalachian Grove, Laurie Spiegel Publishing (2012)
- Delia Derbyshire. Doctor Who Original Signature Tune, BBC (1963)
- THEREMATIC (Javier Díez Ena). Exotique Mecanique, Primavera Labels (2021)
- Pierre Henry. Psychè Rock, UMG (1967)
- La Monte Young. Pre-Tortoise Dream Music, La Monte Young (1991)
- John Cage. Six Melodies for violin and harp, UMG (1997)
- Glenn Branca. The Spectacular Commodity, 99 Records (1981)
- Lydia Lunch. Atomic Bongos, ZE Records (1980)
- Lydia Lunch. Gloomy Sunday, ZE Records (1980)
- Sonic Youth. Pacific Coast Highway, SST Records (1987)
- Miguel Isaza. Electricidad de cables de energía en zona rural, VIC NIC (2022)
- Pangea (Juan Antonio Nieto). Comet, Enough records (2007)
- A. L. Guillén. 586 Rumi (2018)
- Javier Piñango. Ruins, Plus Timbre (2015)
- Red Kite (Sergio Sánchez). Exosfera, tragatrullo studio (2017)
- David Bowie. Blackstar, Sony Records (2016)
Capítulo 3
- Francisco Fornells. Ma belle Niní, Rollos Victoria (1919)
- La Bella Dorita. Régimen Severo (1906)
- Carmen Flores. El suicidio de la Balbina, Compañía del Gramófono (1927)
- Carmen Flores. Mi Debilidá (1920)
- Carmen Flores. La Sindicalista (1919)
- Amalia Molina. La Diputada (1932)